Este martes, trascendió de forma extraoficial la presunta detención de Francisco M., mejor conocido como Don Panchito, fundador y dirigente histórico del Frente Popular 14 de Junio, organización con fuerte presencia en conflictos sociales de Oaxaca. La información fue difundida por fuentes cercanas a la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO). Sin que hasta el momento se haya emitido un comunicado oficial que confirme su situación jurídica.
De acuerdo con los primeros reportes, las autoridades estarían investigando su posible implicación en delitos de alto impacto. Sin que se hayan dado a conocer detalles sobre las causas ni el lugar exacto de su aseguramiento.
Figura central de las barricadas de 2006 y líder de organización polémica
Francisco M. es una figura ampliamente conocida en la política social oaxaqueña. Tuvo un papel destacado en el conflicto magisterial y popular de 2006. Donde encabezó barricadas en la zona de Candiani, apoyando el movimiento de la APPO. Posteriormente, fundó el Frente Popular 14 de Junio, agrupación señalada por autoridades y ciudadanos de prácticas como invasión de terrenos, extorsiones, control del transporte y confrontaciones violentas.
Durante años, ha sido acusado de operar redes de presión que han desafiado el control institucional. Particularmente en zonas urbanas y periurbanas de Oaxaca.
Su familia, también bajo el foco: un hijo preso, otro asesinado
Además de su trayectoria personal, Francisco M. ha estado rodeado de episodios trágicos y judiciales. Su hijo Javier se encuentra actualmente en prisión. Mientras que su hijo menor, Enrique, fue asesinado en circunstancias aún no esclarecidas. Estas situaciones han contribuido a colocar a su familia en el centro del debate sobre la violencia vinculada a organizaciones sociales con estructuras paralelas de poder.
La Fiscalía aún no confirma formalmente la detención
Aunque el tema ha generado amplio interés en medios y redes sociales, la Fiscalía General del Estado de Oaxaca no ha emitido, hasta el momento, información oficial que confirme su detención o impute cargos en su contra. Todo indica que se trata de un proceso en curso, y se espera que en las próximas horas o días se aclaren los hechos y se determinen posibles responsabilidades legales.
Finalmente, la posible detención de Don Panchito representa un momento clave en la relación del Estado con agrupaciones sociales que han operado durante años en los márgenes de la legalidad. Sin embargo, en un Estado de derecho, cualquier proceso debe ser transparente, con apego al debido proceso y presunción de inocencia. No basta con detener figuras polémicas: es necesario investigar a fondo las redes de complicidad, violencia y poder que las rodean. La justicia debe ser precisa, no mediática.