La muerte de Adela Q. C., una mujer de 42 años originaria de San José Tenango, en la Sierra Mazateca, ha puesto en evidencia las deficiencias del sistema de salud en esta región. Según testimonios de la comunidad, Adela fue trasladada el 3 de mayo al Hospital General de Tuxtepec debido a una infección grave. Sin embargo, tras una hora de espera sin atención, fue llevada a la Clínica San Juan Bautista. Donde tampoco recibió atención médica. Finalmente, fue encontrada en la calle 5 de Mayo, en Tuxtepec, en estado crítico y con signos de desnutrición, deshidratación y una severa infección. A pesar de los esfuerzos de la Cruz Ámbar para trasladarla nuevamente al hospital y por fin fue atendida, Adela falleció el 4 de mayo a las 17:00 horas.
VERSIÓN OFICIAL
La versión oficial de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) difiere de estos relatos. En un comunicado, los SSO informaron que Adela ingresó al Hospital General de Tuxtepec con un diagnóstico de diabetes mellitus tipo II y un absceso retrofaríngeo. A pesar de los esfuerzos médicos, la paciente falleció el 4 de mayo a las 16:00 horas.
Esta discrepancia ha generado indignación entre los habitantes de la región. Quienes exigen una investigación exhaustiva sobre las circunstancias de la muerte de Adela. Además, han señalado la falta de infraestructura y personal médico en la Sierra Mazateca. Lo que dificulta el acceso a atención médica oportuna.
ALZAN A VOZ
Organizaciones como la Resistencia Civil Pacífica de la Cuenca del Papaloapan han alzado la voz para exigir justicia y mejoras en el sistema de salud de la región. En entrevista, los activistas expresaron:
“Que la muerte de Adela sea un punto de partida para que el gobierno estatal, el gobierno federal y el gobierno municipal tomen en cuenta que no puede seguir pasando esto, que no puede seguir violentando los derechos de la gente”.
PONER ATENCIÓN
La tragedia de Adela Q. C. resalta la urgente necesidad de mejorar los servicios de salud en las regiones más marginadas de Oaxaca. La falta de hospitales adecuados, personal capacitado y recursos médicos esenciales pone en riesgo la vida de miles de personas que dependen de estos servicios para su bienestar.
Es imperativo que las autoridades correspondientes tomen medidas inmediatas para garantizar que situaciones como la de Adela no se repitan. La salud es un derecho fundamental que debe ser protegido y promovido por todos los niveles de gobierno.
Finalmente, la comunidad de San José Tenango, junto con organizaciones civiles y ciudadanos comprometidos, continúa luchando por una atención médica digna y oportuna para todos. La memoria de Adela Q. C. se mantiene viva como un símbolo de la necesidad de justicia y equidad en el acceso a la salud en Oaxaca.