Un trágico accidente de tránsito cobró la vida de un motociclista la noche de este lunes en la ciudad de Juchitán de Zaragoza, Oaxaca. Los hechos ocurrieron alrededor de las 19:40 horas en el cruce de la calle 16 de Septiembre y la avenida Oaxaca, en la Primera Sección de la ciudad, una zona de alta circulación vehicular.
La víctima fue identificada como Silvino, de 42 años de edad. El cual murió de manera instantánea tras ser embestido por una camioneta particular que, según testigos, circulaba a exceso de velocidad.
Testigos: el responsable huyó tras el impacto
Personas presentes en el lugar relataron que, tras el brutal impacto, el conductor de la camioneta se dio a la fuga sin prestar auxilio, abandonando a la víctima en la vía pública.
Por el momento, el vehículo responsable no ha sido localizado, pero las autoridades ya han iniciado una investigación para dar con su paradero.
Autoridades confirman el deceso y realizan diligencias
Al sitio acudieron elementos de seguridad pública y cuerpos de emergencia, quienes al revisar a la víctima confirmaron que ya no contaba con signos vitales. Posteriormente, se acordonó el área en espera del arribo de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca, que realizó el levantamiento del cuerpo y recabó los primeros indicios periciales.
Hasta el momento, no se han proporcionado detalles sobre las características del vehículo involucrado. Aunque se espera que cámaras cercanas o testimonios puedan ayudar a identificarlo.
Inseguridad vial en Juchitán: un problema persistente
Este caso no es aislado. La falta de señalización, control de velocidad y vigilancia vial en avenidas clave de Juchitán ha propiciado una serie de accidentes en los últimos años. Muchos de ellos con resultados fatales. Vecinos de la zona exigen mayor presencia de tránsito municipal y medidas que reduzcan la velocidad en zonas urbanas densamente transitadas.
Finalmente, la muerte de Silvino no solo refleja un accidente trágico, sino un síntoma de un sistema vial desorganizado y sin regulación efectiva. La impunidad de quienes abandonan a sus víctimas tras arrollarlas es posible porque faltan cámaras, sanciones ejemplares y protocolos rápidos de actuación. Mientras eso no cambie, las calles seguirán siendo escenarios de muerte en lugar de movilidad segura.