La mañana de este miércoles 18 de junio, usuarios de redes sociales comenzaron a difundir la supuesta noticia del robo de un recién nacido en las instalaciones del Hospital General de Zona No. 1 del IMSS, en la ciudad de Oaxaca. El hecho, que rápidamente se viralizó en plataformas digitales y grupos de mensajería, generó alarma social y especulaciones de todo tipo.
Sin embargo, horas más tarde se confirmó que el incidente no fue real, sino que se trató de un simulacro interno, como parte de los protocolos de seguridad del hospital.
EL DATO REAL: UN SIMULACRO, NO UN DELITO
La confusión se originó cuando personal del hospital activó un “código rosa”, protocolo que simula una situación de emergencia ante un posible intento de sustracción de menores. La falta de comunicación oportuna hacia el exterior permitió que el rumor creciera sin control.
En una tarjeta informativa oficial, se aclaró:
“La información que circula no corresponde a la realidad, toda vez que se trata de un simulacro en código rosa y que el Hospital General de Zona No. 1 realiza de acuerdo con sus protocolos de Protección Civil y para garantizar la seguridad tanto de su personal como de sus derechohabientes y sus familias.”
REDES SOCIALES: ALTAVOZ DE LA DESINFORMACIÓN
El caso pone en evidencia la velocidad con la que la desinformación puede propagarse. Sin una verificación previa, decenas de páginas, perfiles y grupos comunitarios compartieron la falsa noticia de un “robo de bebé”, generando un clima de tensión en la opinión pública.
A pesar de los desmentidos posteriores, muchas personas ya habían asumido como cierto el supuesto delito, lo que demuestra una débil cultura de verificación y un manejo poco responsable de la información.
LLAMADO A LA RESPONSABILIDAD COMUNICATIVA
El mismo comunicado institucional cierra con una petición clara:
“Por lo anterior, hace un llamado a informar con responsabilidad y veracidad para no confundir a la opinión pública.”
Esta declaración pone el foco en la necesidad de una comunicación más eficiente y transparente desde las instituciones públicas, pero también en la responsabilidad colectiva en el manejo de contenidos digitales.
¿UNA FALTA DE PREVISIÓN O UNA LECCIÓN NECESARIA?
Si bien la realización de simulacros es una práctica recomendada y necesaria para fortalecer la seguridad en hospitales, en este caso quedó en evidencia una falta de aviso previo o de control informativo, que habría evitado el caos comunicacional.
El incidente deja una doble lección: la urgencia de mejorar los canales de comunicación institucional y la importancia de que la ciudadanía verifique antes de compartir.