Luis Fernando PACHECO
Un hombre dedicado a la compra-venta de material pétreo que llenaba de arena su camión de volteo frente a su casa, ubicada en camino viejo a Santa Ana del Valle, Tlacolula, Oaxaca, la mañana de ayer murió luego de que la tapa de la misma le golpeara la cabeza, es por ello que elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) tomaron conocimiento del caso.
Trascendió que el hombre se llamó, Pedro G., de 42 años de edad, originario de Tlacolula de Matamoros, con domicilio en camino viejo a Santa Ana del Valle, sin número.
En los primeros informes, se estableció que ayer, a las 06:30 horas, el señor Pedro al estar frente a su casa, ubicada a 10 metros de la Carretera Federal 190, cerca del crucero a la comunidad de Díaz Ordaz, comenzó a llenar con arena, su camión de volteo, marca Dina, color blanco, con placas de circulación RX-49694 del estado de Oaxaca.
En ese momento, la señora Macedonia, salió a la calle y vio tendido en el sitio a su hijo, es por ello que de inmediato entró a la casa y le avisó a su nuera Rufina M., de 33 años de edad.
Debido a ello, la señora Rufina, trató de auxiliar a su marido, de quien dijo, trataba de hablar, pero ya no pudo hacerlo.
Fue por ello que los familiares solicitaron la presencia de paramédicos, motivo por el cual arribó personal de la Cruz Roja delegación Tlacolula.
Luego de tomarle los signos vitales a Pedro, los socorristas, informaron que el mismo había muerto.
Minutos después arribaron elementos de la Policía Municipal, quienes resguardaron el lugar.
Por su parte, elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones realizaron la inspección ocular y dieron fe de la existencia del cadáver, mismo que estaba en posición decúbito dorsal.
Más tarde, los agentes investigadores se hicieron cargo del levantamiento y traslado del cuerpo al descanso municipal de Tlacolula de Matamoros para la práctica de la neurocirugía de ley.
Del caso, un fiscal del Ministerio Público local, dio inicio a una carpeta de investigación correspondiente por el delito de homicidio.
Cabe señalar que al cierre de la edición, familiares del occiso realizaban la identificación legal del cadáver.
