Consternación y luto han envuelto a la comunidad naval y a la sociedad oaxaqueña tras confirmarse la muerte del joven Adal J. M.. Un valioso integrante de la Secretaría de Marina Armada de México, quien perdió la vida este sábado durante un trágico incidente relacionado con el Buque Escuela Cuauhtémoc en Nueva York.
El lamentable suceso ocurrió en las inmediaciones del icónico puente de Brooklyn, durante la visita del emblemático velero mexicano a Estados Unidos como parte de una gira internacional. Aunque la atención inicial se centró en el fallecimiento de un cadete, en redes sociales y entre los círculos cercanos se ha hecho énfasis en que Adal no era cadete, sino un joven marino de gran compromiso y trayectoria. Cuyo deceso no ha recibido la misma visibilidad mediática.
UN SUEÑO CUMPLIDO, UNA VIDA TRUNCADA
Adal, originario de San Mateo del Mar en el istmo de Tehuantepec, Oaxaca, era descrito por sus familiares y amigos como un joven ejemplar, lleno de aspiraciones, amor por el mar y un profundo deseo de superación. Su más grande anhelo era servir a bordo del Buque Escuela Cuauhtémoc, considerado una de las más distinguidas embarcaciones de la Armada de México y símbolo del profesionalismo naval mexicano.
“Cumpliste tu sueño que era estar a bordo del magnífico velero”, “Resignación para sus familiares.”, “Marcooooo..vuela alto hijo…..lo diste todo…tu vida misma….. gracias gracias porque tuve el honor de conocerte….. siempre alegre con ganas conocer y cumplir tu sueño!”, escribieron en redes sociales, donde decenas de mensajes expresan el dolor compartido por su partida. “Dios te reciba con los brazos abiertos, compañero y paisano. Vuela alto”, agregan otros conmovidos.
En algunos de los mensajes más compartidos, se lee:
“Descanse en paz 🙏 Fortaleza para toda su familia 🙏🙏🙏”, reflejo del sentimiento de solidaridad que ha despertado su fallecimiento.
UN HÉROE OLVIDADO EN LA PRIMERA VERSIÓN DE LOS HECHOS
Pese a que su fallecimiento ha sido confirmado, el nombre de Adal J. M. apenas ha comenzado a ser mencionado públicamente. Su entorno denuncia que su contribución y su pérdida no han recibido el reconocimiento adecuado, en contraste con la cobertura que ha tenido la muerte del cadete involucrado en el mismo evento.
“Él también falleció y nadie lo menciona”, se puede leer en distintas publicaciones, donde amigos y colegas resaltan que Adal era un “magnífico elemento” y un motivo de orgullo para sus padres.
La situación ha golpeado profundamente a su familia, en especial a su padre, quien, según allegados, se encuentra gravemente afectado emocionalmente por la trágica noticia.
INVESTIGACIÓN EN CURSO Y LLAMADO AL RECONOCIMIENTO
Hasta el momento, las autoridades navales mexicanas no han emitido un comunicado oficial detallando las circunstancias exactas del accidente ni han revelado los nombres completos de los fallecidos. Lo cual ha incrementado el desconcierto entre quienes conocieron a Adal.
La comunidad exige no solo el esclarecimiento del incidente, sino también el justo reconocimiento a la vida y labor de este joven oaxaqueño. El cual entregó su vida en el cumplimiento del deber.
Finalmente, su legado, aseguran, no debe pasar desapercibido. En cada velero que parta bajo bandera mexicana, en cada ola que toque el casco del Cuauhtémoc, vivirá la memoria de Adal: un joven soñador, valiente y comprometido con servir a su país desde el mar.