Lo que parecía una alianza empresarial prometedora terminó siendo, según la justicia, un esquema fraudulento millonario. Dos hombres, identificados como R.L.Z.L. (o R.Z.L.), presidente del Consejo de Administración y director general de Hoteles Misión, y G.J.C.S., administrador de Miscorpus S.A. de C.V., fueron vinculados a proceso por el delito de fraude agravado, tras presuntamente engañar a los propietarios del Hotel San Felipe Misión con un perjuicio superior a los 45 millones de pesos.
El caso no sólo sacude al sector hotelero en Oaxaca, sino que también expone un patrón de operación que habría afectado a empresarios de al menos nueve estados más del país.
PROMESAS QUE SE ESFUMARON CON LOS AÑOS
Según las indagatorias, los imputados ofrecían convenios a empresarios hoteleros para operar sus inmuebles bajo la marca Hoteles Misión. Con la promesa de aumentar regalías, posicionamiento de marca y beneficios comerciales a largo plazo. No obstante, los términos de dichos convenios —afirman las víctimas— solo se cumplían durante los primeros años, para después quedar en el abandono contractual.
El modelo se habría replicado en otros estados como Yucatán, Veracruz, Chiapas, Puebla, Guanajuato, Morelos, Querétaro, Nuevo León y Michoacán. Donde ya se han abierto líneas de colaboración entre fiscalías locales.
CAE UN ENTRAMADO QUE APUNTA MÁS ALTO
El fraude no se limitó a personas físicas. De acuerdo con la información del caso, también se ha identificado la participación de entidades como Grupo Posadas y Mexicana de Aviación, lo que sugiere una red más amplia de complicidades o relaciones comerciales cuestionables.
Los dos implicados ya se encuentran bajo prisión preventiva en Oaxaca, y la causa penal sigue su curso por el caso específico del Hotel San Felipe Misión. A la par, más víctimas han comenzado a contactar a las autoridades para presentar denuncias similares.
UN MODELO DE ENGAÑO EMPRESARIAL EXTENDIDO
Aunque el proceso penal se centra en un solo caso, lo revelado apunta a una forma sistemática de operar. Donde la confianza empresarial fue utilizada como herramienta de engaño. En el fondo, este fraude evidencia las vulnerabilidades legales en las relaciones de franquicias hoteleras y la fragilidad institucional para proteger a los inversionistas.
Este tipo de delitos patrimoniales, cometidos con apariencia de legalidad empresarial, representan una amenaza creciente y, hasta ahora, poco visible, en un país donde la corrupción y la impunidad suelen florecer al amparo del poder económico.