El productor de cine para adultos Alex Marín fue vinculado a proceso por su presunta responsabilidad en el delito de trata de personas. En su modalidad de prostitución ajena u otra forma de explotación sexual, informó la Fiscalía del Estado de Jalisco.
La autoridad judicial determinó imponerle prisión preventiva justificada por dos años, o el tiempo que dure el proceso, tras su detención el pasado 28 de mayo en Puerto Vallarta. El juez del penal de Puente Grande también fijó un plazo de cuatro meses para el cierre de la investigación complementaria.
Acusación por abuso a menor y producción de contenido sexual
La Fiscalía estatal detalló que el caso se originó tras una denuncia por hechos ocurridos en agravio de una menor de 16 años. Con quien Marín habría iniciado una relación sentimental. Según las primeras investigaciones, el productor ganó la confianza de la adolescente. Luego, sostuvo con ella relaciones sexuales y posteriormente la habría ofrecido a otras personas a cambio de dinero.
Además, en al menos una ocasión, Marín la habría convencido de participar en un encuentro sexual grupal que fue grabado en video y publicado en plataformas de contenido para adultos.
El caso fue presentado ante el juez con pruebas que la Vicefiscalía Especializada en Atención a Mujeres, Niñas, Niños y Adolescentes calificó como “sólidas”, lo que permitió la vinculación a proceso. La Fiscalía llamó a otras posibles víctimas a presentar denuncias.
Reacción del gobierno estatal
La detención fue anunciada por el gobernador de Jalisco, Pablo Lemus. Quien subrayó la gravedad de los delitos y reiteró la importancia de proteger a menores y mujeres ante este tipo de conductas.
“Si existen otras personas afectadas por este individuo, pueden denunciarlo ante la Fiscalía Estatal”, afirmó el mandatario en redes sociales.
Durante la audiencia, que se prolongó por casi nueve horas, compareció Giselle, expareja de Marín, como testigo clave en la causa.
Se acumulan denuncias: su exesposa lo acusa de fraude y manipulación
Paralelamente, Mía Cortés —exesposa de Marín y también actriz del medio— lo acusó públicamente de haberla defraudado junto con otras colaboradoras. Las cuales, bajo una supuesta relación poliamorosa, habrían sido utilizadas por él para generar contenido sin recibir compensación justa.
“Realmente nos estaba utilizando. Solo nos usaba para su imagen, y nosotras no obteníamos ningún beneficio”, declaró Cortés en el podcast Madness, donde también señaló que Marín incumplió acuerdos económicos pactados durante el divorcio.
Según su testimonio, el productor habría amasado una fortuna a costa del trabajo emocional, físico y económico de las mujeres que lo acompañaban públicamente.
Un caso que pone a la industria bajo la lupa
El caso contra Alex Marín no solo expone una posible red de explotación bajo la fachada del entretenimiento para adultos, sino que también reabre el debate sobre la protección legal y los límites éticos en la producción de contenido sexual.
Las investigaciones continúan abiertas y podrían ampliarse si más personas afectadas deciden presentar denuncias. Mientras tanto, Marín permanece en prisión preventiva, a la espera del desarrollo judicial de un caso que ha sacudido tanto a la industria del entretenimiento adulto como a la opinión pública.