Lo que comenzó como una solución a un problema de infraestructura, terminó generando uno de seguridad vial. Luego de que la carretera que conecta a Arrazola, Xoxocotlán, fuera repavimentada tras años de abandono, los vecinos afirman que el peligro ya no son los baches, sino el exceso de velocidad con que transitan vehículos motorizados.
En los últimos días, se han reportado varios accidentes, incluido dos brutales atropellamientos el pasado jueves. La ciudadanía denuncia que automovilistas, motociclistas, mototaxistas y otros conductores utilizan la vía recién asfaltada como si fuera una “pista de carreras”.
PROTESTA VECINAL: “TODOS TENEMOS QUIEN NOS ESPERA EN CASA”
Ante esta situación, habitantes de las colonias Carrasco Altamirano y 20 de Noviembre realizaron este viernes una manifestación pacífica pero firme para exigir acciones urgentes. Portando pancartas y colocando señalamientos improvisados, los vecinos buscan generar conciencia entre los conductores.
“Crear conciencia a transitar despacio en esta carretera, ya que ayer hubo atropellados: uno fatal y otro con lesiones”, expresó una de las organizadoras de la protesta.
La movilización estuvo marcada por mensajes directos como:
“Todos tenemos quien nos espera en casa con alegría” y “También se exhorta a los peatones a fijarse al momento de cruzar la carretera”, apelando tanto a conductores como a transeúntes.
REDUCTORES IGNORADOS, TOPES URGENTES
Si bien la vialidad cuenta con algunos reductores de velocidad, los vecinos aseguran que estos no son respetados, en especial por motociclistas y vehículos ligeros. Por ello, exigen la instalación inmediata de topes físicos más visibles y efectivos, así como mayor vigilancia por parte de las autoridades municipales.
UNA CALLE MÁS SEGURA, NO MÁS PELIGROSA
Lo que debería haber sido un avance en infraestructura urbana terminó generando un problema de seguridad vial. La repavimentación, sin un plan complementario de señalización, control de velocidad ni cultura vial, ha expuesto a la población a un nuevo tipo de riesgo, sobre todo a personas mayores, niños y trabajadores que cruzan la carretera a pie.
Finalmente, la ciudadanía no pide revertir la obra, sino acciones responsables que garanticen la seguridad. En este sentido, hacen un llamado directo a la Policía Vial Estatal para que atiendan el problema antes de que haya más víctimas.