La Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) sigue avanzando en las investigaciones tras el macabro hallazgo de una osamenta humana el pasado viernes, coincidiendo con una ola de violencia que incluyó al menos seis ataques armados, de los cuales cuatro resultaron en personas fallecidas y gravemente heridas. Los restos encontrados están siendo sometidos a estudios genéticos para determinar la identidad de la víctima.
MACABRO HALLAZGO EN LA CARRETERA FEDERAL 185
El hallazgo fue realizado por transeúntes en un paraje a un costado de la Carretera Federal 185, en el tramo que conecta Juchitán con Tehuantepec. Cerca del paraje conocido como Igú, se localizaron los restos humanos, lo que llevó a la intervención inmediata de los agentes investigadores de la Vicefiscalía Regional del Istmo.
El reporte inicial se realizó el pasado viernes, momento en el cual elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones confirmaron la presencia de una cabeza humana y otras partes del cuerpo, como el fémur y varios huesos adicionales. Ante la confirmación del hallazgo, se solicitó la presencia del personal forense de la Fiscalía, quienes iniciaron las primeras investigaciones y procedieron al aseguramiento de los restos.
IDENTIFICACIÓN Y PROCEDIMIENTOS FORENSES
Luego, las autoridades informaron que, debido al estado de los huesos, es imposible determinar a simple vista la identidad o el sexo de la víctima. Los huesos estaban completamente limpios, lo que sugiere que llevaban un tiempo considerable expuestos a los elementos naturales.
Por su parte, la FGEO ha indicado que, aunque existen varias fichas de personas no localizadas, se requiere una investigación detallada basada en muestras de ADN para confirmar la identidad de la víctima. Este proceso puede llevar semanas o incluso meses, dependiendo de la complejidad de las pruebas y la disponibilidad de comparativas genéticas.
CONTEXTO DE VIOLENCIA EN LA REGIÓN
El hallazgo de la osamenta ocurre en un contexto de creciente violencia en la región. El mismo día del descubrimiento, se reportaron seis ataques armados, de los cuales cuatro resultaron en víctimas mortales o heridos graves. Estos hechos violentos han aumentado la preocupación entre la población local y las autoridades, quienes están trabajando para esclarecer los hechos y restaurar la seguridad en la zona.
La comunidad local ha expresado su alarma y preocupación ante estos sucesos. Las autoridades han reforzado las medidas de seguridad y vigilancia en la región. Con el objetivo de prevenir nuevos incidentes y capturar a los responsables de los ataques armados. Además, se están llevando a cabo operativos especiales para investigar la posible conexión entre los ataques y el hallazgo de la osamenta.
