Considerado como un problema de seguridad pública, el narcomenudeo -entendido como la posesión, el comercio o suministro de estupefacientes o psicotrópicos- cuando por la cantidad, presentación o forma de embalaje, se determine que es para su distribución en dosis individuales, ha extendido sus redes en todo el país. Oaxaca no ha estado exenta de este flagelo social que constituye la más grave amenaza de las nuevas generaciones.
Disfrazados como puestos de frutas y otros negocios, las famosas “narcotienditas” venden cocaína, mariguana, heroína, “chinche”, crack, “negra” e inclusive pastillas psicotrópicas. Estos pequeños puntos han proliferado no sólo en la capital, sino en el mercado de abasto donde se comercializa la droga.
Lo que era un secreto a voces y representaba un problema de inseguridad para los comerciantes sufrió un gran golpe por parte de las autoridades.
Una llamada anónima alertó a las autoridades tanto federales como estatales, sobre el comercio y distribución de estupefacientes en esta zona. Por esta razón se realizó un operativo la noche del miércoles en la conocida y muy concurrida central de abasto. En esta movilización participaron un sinnúmero de elementos del Ejército Mexicano, Guardia Nacional y Policía Estatal, comenzando a la altura de la rampa de basura, en donde catearon por lo menos 10 casetas en las cuales aseguraron a 10 personas, entre consumidores y distribuidores de droga.
Como resultado de este operativo se aseguraron 514 dosis de drogas sintéticas y 44 bolsas con características similares a las de la marihuana.
Los detenidos fueron consignados ante el Ministerio Público del Centro de Operaciones Estratégicas (COE) de la Fiscalía General de la República delegación Oaxaca.
