A pesar del despliegue de más de mil elementos de seguridad en la Central de Abasto de Oaxaca, trascendió que la Policía Municipal filtró información sobre el operativo a comerciantes involucrados en actividades ilícitas, lo que permitió que varios de ellos alcanzaran a esconder mercancía robada o simplemente abandonaran sus puestos horas antes del cateo.
El pasado viernes se realizó la segunda etapa del Operativo Pescador, en el que participaron la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Guardia Nacional, la Policía Estatal, la Policía Auxiliar, la PABIC y la propia Policía Municipal de Oaxaca de Juárez.
El objetivo era dar cumplimiento a 15 órdenes de cateo en locales señalados por la venta de dispositivos robados, principalmente celulares, tablets y relojes.
Fuentes extraoficiales dentro de la misma administración municipal señalaron que, desde las primeras horas del viernes, elementos de la Policía Municipal comentaban entre locatarios que habría “movimiento fuerte”, lo que fue interpretado como una advertencia directa a quienes mantienen negocios irregulares en la zona.
A pesar de ello, el operativo permitió asegurar 278 celulares, 19 tablets, 133 relojes, 11 laptops y una bolsa con mariguana, todo sin documentación que acreditara su legal posesión. También fue detenida una persona que quedó a disposición del Ministerio Público.
De acuerdo con la información oficial, se aseguraron además dos inmuebles donde operaban estos comercios, mismos que serán incluidos en las carpetas de investigación correspondientes.
Las autoridades aseguraron que estas acciones derivaron del trabajo de inteligencia criminal y análisis de denuncias ciudadanas, aunque el aparente aviso previo a los presuntos responsables pone en duda la eficacia del despliegue.
Este cateo masivo se realizó horas después del asesinato de una persona en situación de calle en uno de los pasillos del módulo 7, crimen que también estaría relacionado con disputas por el control de espacios dentro de la Central.
El operativo busca frenar actividades delictivas como el robo con violencia, el narcomenudeo y la venta de productos ilícitos en este centro comercial, que se convirtió en uno de los puntos más peligrosos de la capital oaxaqueña.
Mientras tanto, comerciantes que operan en regla, exigen que los operativos no se realicen para la foto, sino que existan consecuencias reales para quienes utilizan sus negocios como fachadas para actividades criminales.