Gerardo y Rosalía, procedentes de la Ciudad de México, decidieron celebrar su aniversario de bodas en Huatulco, para lo cual contrataron los servicios de la embarcación GoFast; sin embargo, lo que sería una velada romántica a la luz de la luna, en altamar, terminó en tragedia.
El yate GoFast, tripulado por el capitán Éder Audías Martínez y su ayudante César E. Martínez Lavariega, zarpó la tarde del miércoles del puerto de Santa Cruz Huatulco con la finalidad de llevar a la pareja a un recorrido por las bahías, ver el atardecer y tener una velada inolvidable.
El atardecer fue espectacular; al caer la noche la luna lucia radiante, grande, como pocas veces se ha visto; momento propicio para culminar la velada con fuegos artificiales, para lo cual los tripulantes de la embarcación se dispusieron a lanzar los cohetes y hacer más romántico el momento para los enamorados.
César colocó el artefacto en su base y encendió la mecha, pero en cuestión de segundos ocurrió lo inesperado, éste le estalló en el pecho y cara, dejando gravemente herido al joven ayudante.
No se sabe con precisión lo que ocurrió, pero según comentan prestadores de servicios turísticos, es probable que por la inestabilidad de la embarcación, a causa del oleaje, la base se deladeó y provocaría el incidente.
Luego de lo ocurrido, el capitán de la embarcación regresó al puerto lo más rápido que pudo para que César recibiera atención médica de inmediato.
En el camino solicitaron el auxilio de los servicios de emergencias para que estuvieran listos a su llegada.
Una ambulancia y paramédicos de la Cruz Roja Mexicana acudieron al puerto y al arribar la embarcación de inmediato iniciaron el protocolo de primeros auxilios, pero nada pudieron hacer pues el joven ya no presentaba signos vitales.
Este hecho enlutó a la familia y amigos de César, quienes aún no pueden creer lo sucedido, pues apenas en agosto y septiembre del año pasado el joven había estado hospitalizado en la ciudad de Oaxaca por problemas en el riñón y una pancreatitis aguda.
César recibió más de seis hemodiálisis en la clínica 2002 de la capital del estado, donde se encontraba internado, para lo cual sus familiares realizaron diversas rifas para costear sus gastos hasta que finalmente fue dado de alta y pudo regresar a casa.
Lamentablemente, a casi cuatro meses de su regreso a Huatulco, César perdió la vida, tomando por sorpresa a familiares y amigos que ahora lloran su partida y se despiden de él en su domicilio ubicado en el Sector U2B, de este destino turístico.