Mucho se habla acerca de la revocación de mandato, una figura que no existía en México hasta el 2019, cuando fue aprobada la Ley Federal de Revocación de Mandato, de principio aplicable hasta la siguiente administración, al final se logró que legalmente aplique para el actual titular del ejecutivo.
El país se encuentra dividido por el mismo presidente, no ha tomado el papel que le corresponde como estadista y líder de la nación, cuyo objetivo y preocupación debería ser la unidad de todos los mexicanos y que existieran servicios y condiciones para que todos tuvieran trabajo, educación y aportaran al PIB del país.
La actuación del titular ha sido decepcionante para buena parte de los mexicanos, hay datos que calan en la confianza de la gente, la indolencia ante la alta mortandad de los niños con cáncer, los muertos derivados de la pandemia, los casi cien mil homicidios dolosos, las 12 mujeres en promedio asesinadas cada día, todos esos números sumen al país en un dolor incomprensible.
Económicamente hablando, han cerrado más de1.2 millones de empresas, alrededor de 13 millones de mexicanos pasaron a las filas de la pobreza en menos de 3 años, las empresas no solo generan empleo, cada venta significa impuestos para el gobierno, mientras más movimiento económico hubiera más recursos entrarían a las arcas del estado y no al revés.
La desilusión lleva a que una buena parte de los mexicanos se muestren contrarios a cualquier iniciativa que presente el ejecutivo; al ser del dominio público que quien ha estado impulsando la consulta de revocación de mandato ha sido el mismo presidente en lugar de la ciudadanía, da la impresión que hay gato encerrado y en automático hay que manifestarse en contra de su deseo.
No solo impulsó esa Ley, también se encargó a través de sus incondicionales de conseguir las firmas necesarias para que fuera una petición legal ante el INE, incluso candidatos actuales para gobernador lograron esa nominación gracias a su labor consiguiendo firmas por la “continuidad” y no por la revocación.
Se comenta que los listados con firmas eran inventados, que había gente ya fallecida antes de ser incluida, que había fotos de muebles en lugar de credenciales, que si buscabas por internet te podrías enterar si utilizaron tu nombre sin permiso y anexaron una copia de la credencial para votar, a pesar de todo lograron que dieran los números y la consulta será obligatoria.
Está claro que la intención en todo momento era participar en una campaña que apoyara a las elecciones federales del 2022 para renovar 6 gubernaturas, era una meta importante para Morena, tenían claro que quien cuenta con la imagen y el arrastre necesario es el presidente por él mismo, no por el cargo actual ni por el partido.
La intención de realizar una campaña de “continuidad” del ejecutivo en el cargo apoyada con su imagen y en paralelo a las elecciones federales, se vio truncada, se determinó una fecha anterior, el 10 de abril para ser exactos, la consulta es obligatoria y el INE debe organizarla, aun sin recursos, con una pregunta directa referente a la revocación y pérdida de confianza.
El tribunal ordenó que la SHCP provea los recursos al INE, fueron negados, la solución será instalar menos casillas, pero se llevará a cabo, no hay vuelta, será legal y obligatoria.
Muchos mexicanos se quedaron en la dinámica de no apoyar nada cuyo origen venga de iniciativas del ejecutivo, incluso reconocidos comunicadores de México, están subidos en ese tren.
Por un lado, critican el desempeño del presidente, magnifican sus fallas, demuestran que el actuar de colaboradores y familia es opuesto a sus dichos, y por otro lado insisten en convencer a la gente que no se acerquen a las casillas a votar, que se quede solo con su iniciativa, podría ser un gran error.
En 3 de 4 opciones de esta consulta nada cambia, si no votan 40 millones de personas, no será vinculante, aplicable y legal por así decirlo, si gana que se quede podrá decir que el pueblo lo quiere, toma fuerza para seguir con su campaña de división y ataque a instituciones, si gana la revocación, aunque no sea legal, es un palazo moral que lo va a debilitar seriamente.
Si fuera vinculante y gana que se quede, no cambia nada de lo esperado y para lo que fue elegido, quedarse hasta el 24, si gana que se vaya, surte efectos al día siguiente, debe abandonar palacio y nombrarse un sustituto, cualquiera es bueno, aunque sea de Morena y “nombrado” por el saliente.
Morena se fracturaría sin su líder, lo más difícil es quitar al que tiene el arrastre popular, a cualquiera otro se le quita con más facilidad, si la oposición quiere crecer es el momento de que todos sus afiliados voten por la revocación, los comunicadores deberían ser congruentes e impulsar masivamente esa misma opción, finalmente harían algo grande por este país.
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Seguiré comentando la próxima semana.