Estamos a tres domingos del 6 de junio, fecha determinante en el presente y futuro de Oaxaca y México pues nos lo estaremos jugando todo. Las libertades, los derechos, el desarrollo, la estabilidad, la economía, la salud, en fin, todo. Por eso, hoy y en mis siguientes dos columnas abordaré la importancia de la reflexión y el sentido del voto conforme a los cargos de elección popular que elegiremos en nuestro estado, esperando poder contagiar la preocupación que me genera el solo pensar en tres años más con ya saben quiénes y, en consecuencia, invitarlos a #VotarParaBotarlos.
Así, en esta ocasión platicaré sobre la importancia de tener una Cámara de Diputados federal equilibrada, que sirva de contrapeso al autoritarismo de Morena y en la cual se defienda nuestra democracia. El siguiente fin de semana haré lo mismo respecto del Congreso Local para el último domingo previo a la veda electoral hablar sobre la importancia de rescatar a nuestra amada Oaxaca Capital del desgobierno de Morena, y de no permitir que quienes la incendiaron hace 15 años, ahora lleguen a gobernarla.
Oaxaca está conformado por 10 distritos federales. Para quienes vivimos en la ciudad capital nos corresponde votar en el distrito 08 con cabecera en Oaxaca de Juárez, cuyo actual diputado federal, entre otras cosas, votó a favor de la eliminación de los fideicomisos y los programas sociales que tanto ayudaban a los más necesitados. Hoy, a pesar de haber dado la espalda al pueblo, busca la reelección.
En el otro lado, por la alianza Va por México en este mismo distrito tenemos una fórmula que combina experiencia y juventud, dos personas que han dado resultados a Oaxaca: José Antonio Hernández Fraguas y Mariana Nassar Piñeyro. A ambos tengo el gusto de conocer en lo personal y lo profesional y por eso sé que no hay mejores personas que ellos para defender a Oaxaca y a México desde la Cámara de Diputados federal. Por eso, les pido su voto de confianza y en las urnas por Toño y Mariana, así como por las y los demás candidatos de la coalición en los otros distritos de Oaxaca, y de todo México, para que juntos podamos retomar el rumbo del país.
Al elegir a nuestros próximos diputados y diputadas federales debemos de pensar en qué queremos para México, si conservar nuestra incipiente pero perfectible democracia, el sustento de nuestros derechos, o dar paso a una autocracia cuyas bases han sido sentadas rápidamente en tan solo dos años y medio y en la cual las libertades no tienen cabida. Y no solo eso, sino también pensar si queremos seguir siendo parte de una demagogia que solamente vuelve más pobres a los pobres para presentarse como sus salvadores, o si optamos por recuperar los programas sociales que tanto costaron y beneficiaban a las y los oaxaqueños, a las y los mexicanos.
Por lo que respecta al primer punto, cuando López Obrador ganó la elección presidencial en 2018, a pesar de ser desde siempre opositor a él, si les soy sincero, pensaba que era una exageración que lo compararan con los grandes dictadores del mundo y que a su vez dijeran que México transitaría con él hacia esos rumbos.
Hoy, a casi tres años de su gobierno y de la mayoría rapaz de Morena y sus aliados en el Congreso de la Unión, veo tristemente que no era una idea tan equivocada. Y es que el Régimen ha dado pasos agigantados, en tiempo récord, hacia ese objetivo.
Y el segundo punto va de la mano. El lema de los obradoristas es “primero los pobres”. Y de cierta forma sí, pues de lo primero que hizo Morena fue eliminar programas sociales que atendían precisamente a los más pobres, como Prospera, el Seguro Popular, las instancias infantiles, etc., y no solo por ser emanados de gobiernos del PRI y el PAN, sino porque el falso mesías de Palacio Nacional necesita generar más pobreza para venderse como el único redentor capaz de solucionarla, para después no solo mantenerla, sino empeorarla, y buscar perpetrarse en el poder.
Así vemos como todas las acciones emprendidas por el Régimen encuadran en un mismo plan: acabar con la democracia y, por lo tanto, con las libertades. Y los responsables de ello son los legisladores de Morena, el Partido Verde, PT y PES.
Por eso no podemos permitir que conserven su mayoría en la Cámara de Diputados federal, porque si en menos de tres años han destruido todo lo que han tocado, no me quiero ni imaginar lo que harían en los siguientes tres años. Terminarían por dar la estocada final a nuestra democracia, algo que han aceptado descaradamente al decir que van por el INE. Y la razón de todo ello es que los diputados del Régimen, con contadas excepciones, una vez que llegan a su curul se olvidan del pueblo y se encargan de una sola cosa: el entero sometimiento a López Obrador.
Si no estás preocupado, preocúpate, pero, sobre todo, ocúpate votando el 6 de junio. La última instancia que tenemos para defender la democracia y nuestras libertades es la Cámara de Diputados federal. Y la última batalla puede ser ese domingo.
Un voto por las y los candidatos a diputados federales de Morena, el Verde, PT y sus nuevos partidos comparsa, Fuerza por México, Redes Sociales Progresistas y Encuentro Solidario, es un voto por la destrucción de México. Así de sencillo, pues quienes los abanderan, ya sea en lo municipal, lo local o lo federal, forman parte de un mismo Régimen que busca acabar con nuestras libertades.
De verdad, ¿esto quieren para México, para sus hijos y nietos? Porque yo no.
Esta puede ser nuestra última elección libre. Depende de nosotros que las siguientes también lo sean. Este 6 de junio #VaPorMéxico.
Licenciado en Derecho por la IBERO Ciudad de México y Maestrando en Administración Pública por la Anáhuac Oaxaca.
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