La saña con la que han asesinado a decenas de mujeres en Oaxaca es cada vez más terrible, como sucedió este sábado en la colonia El Renacimiento, perteneciente a la Villa de Zaachila, donde Jocelyn N., una joven de 17 años, fue hallada sin vida con crueles, pero muy crueles signos de violencia.
La tarde del sábado, horas después de haberse descubierto el cadáver en un terreno baldío, donde antes estaba el basurero, la policía detuvo a un joven, como presunto responsable, en tanto que la Fiscalía General del Estado, en un comunicado, “estableció como una de las líneas de investigación más sólidas, la venganza entre grupos de distintas bandas urbanas, conocidas como cholos”. ¿Justificación o lavado de manos?
Jocelyn, de acuerdo con organismos no gubernamentales, es la victima número 89 de este agonizante 2023, de tipos enfermos que recurren a los crímenes para descargar su odio y venganza en contra de mujeres indefensas, sabedores, tal vez, que jamás serán alcanzados por la justicia, porque a los impartidores nada de esto les interesa, si no hay dinero de por medio.
El crimen de esta joven cimbró las conciencias y prendió las alarmas ciudadanas sobre la necesidad de hacer algo, urgente, para frenar estos asesinatos, tanto que el arzobispo de la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos consideró castigar con mayor severidad a los que asesinan a mujeres.
El arzobispo, dijo: “De nuevo está el dolor y la tristeza de encontrarnos con una mujer, asesinada, mutilada; de veras es algo horroroso, porque no hemos sabido respetar la grandeza y la dignidad de la mujer. Creemos, a veces, nosotros los hombres que somos dueños de la vida de la mujer y que tenemos el derecho de quitare la vida nada más porque es mujer. Es deveras esto muy deshumanizado y muy preocupante porque se siguen cometiendo feminicidios, y parece que los feminicidas andan por la calle, no se les hace nada; no se les detiene, no se les castiga y por eso, a lo mejor, se necesitan castigos más fuertes para que podamos entender que no debemos levantar la mano contra la mujer”, sostuvo.
La joven fue hallada con el rostro destrozado y varios cortes en diversas partes del cuerpo que advierten que fue atacada a machetazos, como otros cuatro casos más de esta forma que se han registrado en lo que va del año.
La forma en que asesinan a las mujeres debería alertar a las autoridades del Gobierno del Estado, principalmente a la Secretaría de las Mujeres de Oaxaca que parece estar de adorno y se resiste a hacer un frente común con las diferentes organizaciones sociales y colectivos feministas.
No basta que la titular de esa dependencia organice eventos pichurrientos para justificar su paso como servidora pública, sino actuar a fondo, y tejer alianza con organizaciones civiles que están dedicadas en cuerpo y alma a la búsqueda de mecanismos de protección para evitar que más mujeres sean víctimas de los feminicidas.
En la Secretaría de la Mujer de Oaxaca, pareciera que el lema del gobernador Salomón Jara, de hacer un gobierno de territorio, no de escritorio, es echado en saco roto, pues se aprecia una inmovilidad y una burocracia que se sintetiza en sólo estirar la mano, los días de quincena.
El actual Gobierno presume que ha bajado el número de feminicidios en comparación con 2022, pero omitió en señalar que cada vez más mujeres fallecen por impacto de balas, a machetazos o golpes, sin importar la edad de las víctimas.
Como lo han señalado en reiteradas ocasiones las organizaciones, urge que el Gobierno estatal actúe en los hechos y no en los discursos, porque de los victimarios se desconoce su identidad en más del 75% de los casos.
Las mujeres son asesinadas de una manera cada vez más brutal, sobre todo en municipios de los Valles Centrales y el Istmo de Tehuantepec.
Los casos de feminicidio van a la alza en todo el país, pues desde enero de 2023, un total de 426 asesinatos de mujeres son investigados como feminicidios, de acuerdo al Sistema Nacional de Seguridad Pública. Sin embargo, las organizaciones de la sociedad civil consideran que esta cifra podría ser solo la punta del iceberg de una crisis de violencia aún mayor.
Apenas iniciado el 2023, Oaxaca se posicionó como la entidad con más casos de feminicidios en el país al contabilizar 68 crímenes por razones de género con 72 mujeres perjudicadas.
Sin embargo, del 1 de diciembre de 2022, hasta el 1 de diciembre de 2023, han ocurrido en el estado de Oaxaca 103 casos de mujeres victimadas durante el gobierno de Salomón Jara, de acuerdo con datos proporcionados por el Grupo de Estudios sobre la Mujer “Rosario Castellanos”.
De hecho, Oaxaca figura entre los siete estados del país con más víctimas de feminicidios, esto, de acuerdo con estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Para que el Arzobispo de Antequera declare su preocupación por el elevado número de feminicidios en Oaxaca, es que este rubro es alarmante, que requiere la atención urgente de las autoridades, de los padres de familia y de la sociedad en general, para evitar que más hogares se vistan de luto y para que las mujeres, que pueden ser de nuestra familia, caminen seguras, sin el temor de ser atacados por algún enfermo o resentido social.
