En los últimos veinte años, el problema de la disposición final de la basura, se ha concentrado en el “Relleno Sanitario”, técnica que sin lugar a dudas ha sido eficaz, pero estos requieren de un terreno o terrenos muy grandes, que tarde o temprano se llenan y como consecuencia se inician los cierres del basurero en turno, de seguir de esa forma, se debería buscar otro terreno y de localizarlo, esperar a que no se opongan los habitantes del municipio donde esté tal inmueble, iniciando de nueva cuenta el proceso que más pronto que tarde resultará con los mismos problemas a saber: pepenadores, recolectores, abusadores que fundan “poblaciones” de las que luego se llaman dueños, y siempre más lejos de los municipios que lo utilizan, lo que se traduce indefectiblemente en un mayor costo para el transporte.
En la actualidad en el tiradero por los rumbos de Zaachila, tiran sus desechos cosa de veinticinco municipios, incluido Oaxaca de Juárez, lo que significa que no es simplemente un problema de nuestra Ciudad Capital, sino un problema del Gobierno del Estado.
En ese contexto, la solución definitiva es a mi juicio y sin lugar a la menor duda, la industrialización de nuestra basura. Hasta hoy nadie lo ha logrado, no es fácil pero se debe hacer, es necesario diseñar un sistema de banda sin fin con sus instalaciones anexas, o invitar a los dueños de industrias que se dedican a tales tareas, disponiendo de los desechos de la CDMX, concesionándoles nuestra basura y en un lapso de seis meses podría comenzar tal sistema, incluso en el actual tiradero, se empezaría a generar más o menos cincuenta empleos directos y con ello creación de riqueza, que puede ser compartida entre los dueños de tal industria y los municipios generadores de la materia prima, sí, la basura.
Así las cosas, el Gobierno del Estado debe ser parte de la solución, ¡pero ya!, porque si lo dejamos para el próximo que seguramente tomará la idea, sería tarde, viviríamos cinco meses en un basurero citadino, que produce desde moscas y ratas, pasando por el cólera y la ausencia de turismo.
Yo también soy Pueblo.
Por allí nos encontraremos.
