El Sistema de Salud contrastes entre lo bueno y lo malo
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Opinión

Tómelo con calma

El Sistema de Salud contrastes entre lo bueno y lo malo

 


  • Al presidente también lo espían
  • Un nuevo marco legal para el ejercicio periodístico

Sin lugar a dudas, uno de los problemas más álgidos para los mexicanos ha sido la prevención en materia de Salud. Por muchos años el Instituto Mexicano del Seguro Social, el Instituto de Seguridad Social y Servicios para los Trabajadores del Estado, los Servicios Médicos de Petróleos Mexicanos y los Institutos Nacionales de Salud han sido un pilar fundamental para el crecimiento y desarrollo de México.

En los años ochenta y noventa el IMSS, el ISSSTE y los Servicios Médicos de Petróleos Mexicanos lograron un alto reconocimiento y prestigio que poco a poco fue mermado ante el crecimiento y rezago por el exceso de derechohabientes en sus sistemas. Los Institutos Nacionales del Sector Salud, a la fecha mantienen el reconocimiento, prestigio y calidad que por muchos años les ha caracterizado.

En lo personal, he sido afortunado al recibir atención y servicio por parte del Sector Salud, en los años ochenta a temprana edad y tras un grave accidente recibí excelente atención en el Hospital de Traumatología del IMSS en el Centro Médico Nacional, en donde superé una embolia graso; posteriormente al inicio del presente siglo, el Instituto Nacional de Cardiología salvó la vida la segunda de mis hijas tras ser intervenida del corazón en dos ocasiones tras nacer con una cardiopatía. En la actualidad soy testigo de la excelencia médica en el Instituto Gea González.

En las últimas semanas, también he sido testigo de las deficiencias e irregularidades que en la actualidad se cometen en el Instituto Mexicano del Seguro Social y en los Servicios Médicos de Petróleos Mexicanos, instituciones en las que ahora sus derechohabientes no son más que números o fichas mal tratados a quienes les difieren cirugías o retrasan sin justificación por seis u ocho horas; a quienes para recibir atención tienen que pasar por cuatro o cinco horas de espera y ya no hablemos de la deficiencia de la calidad de los servicios y de la falta de medicamentos en sus inventarios.

El Sistema Nacional de Salud hoy es luz y sombra de la prevención y el bienestar de los mexicanos; es impresionante el contraste entre la excelente calidad y servicios de los institutos nacionales y la deficiencia y burocratismo del IMSS, ISSSTE y los Servicios de Salud de Petróleos Mexicanos. Sin temor a equivocarnos, la corrupción, la impunidad y el mal manejo de los institutos de salud pública del estado son muestra de un sistema agotado y el fracaso e inexperiencia de sus directivos. El gobierno federal tiene un foco rojo que debe atender por el bienestar y la salud de los mexicanos.

Tómelo con atención.- Ante el escándalo de espionaje a líderes de opinión y defensores de derechos humanos revelado esta semana por el periódico The New York Times sobre el gobierno de México, se han sumado mala operación y manejo del tema por parte de las autoridades.

Si bien el espionaje ha sido un mal de todas las administraciones y no olvidemos en tiempos de Felipe Calderón el escándalo entre Purificación Carpinteiro y Luis Téllez o un sin fin de denuncias por la intervención de líneas telefónicas de Políticos y líderes de opinión a lo largo de los años, no entendemos por qué ahora les sorprende y lastima tanto esta revelación del diario estadounidense.

En fin que ante el escándalo y al observar el reclamo de la periodista Carmen Aristegui sobre la investigación de sus llamadas telefónicas al Presidente Enrique Peña Nieto, se me ocurre el cuestionar, ¿por qué no el Presidente de la República reclama también a la periodista porque ella realizó la investigación del caso Casa Blanca?

En fin, si bien es grave y reprochable el que un gobierno intervenga líneas telefónicas y desvíe recursos públicos para investigar a periodistas, políticos y otros círculos de poder, lo grave es el uso que se dé a esa información y en manos de quien esté. A nadie debe sorprender el que esos grupos tengan que tomar prevenciones y ser precavidos en el uso de sus teléfonos, correos electrónicos y otros medios de comunicación ante el espionaje y el manejo que se dé a la información. Una vez más los mexicanos damos muestra de la corta memoria que tenemos al escandalizarnos una vez más por operaciones y acciones que son cotidianas en los grupos de poder en nuestro país y en muchos otros gobiernos del mundo.

Es tiempo de mostrar madurez y de ocuparnos por solucionar diferencias y abatir la impunidad, la corrupción y otros males que aquejan a nuestro país. Aboquémonos a combatir los rezagos y la desigualdad y nos distraigamos en pequeñeces como son las intervenciones telefónicas y el bajo nivel de debate político.

Tómelo con Importancia.- En las últimas semanas y ante la crisis que se vive en nuestro país contra el gremio periodístico por ataques a la libertad de expresión y al ejercicio profesional, distintas voces se han levantado para demandar acciones contundentes de las autoridades para garantizar la prevención y protección de los periodistas.

A lo largo de las últimas décadas, en distintas ocasiones ha quedado al descubierto que ante los ataques a la libertad de expresión, el rezago en las leyes ha permitido la impunidad y el que más del 90 por ciento de los casos queden sin solución legal e impunes.

La presión y complicidad de los poderes fácticos y la complicidad entre autoridades de los distintos niveles de gobierno y la delincuencia organizada, han derivado en que hoy el ejercicio periodístico en México sea un alto riesgo profesional. Sin embargo, aún ante la situación que vivimos, poco es el trabajo de análisis e investigación que se lleva acabo para llegar al fondo del problema.

Hoy, más que preocuparnos por alzar la voz, debemos ocuparnos en documentar e investigar las condiciones legales en las que ejercemos la profesión periodística y abocarnos a ejercer presión para lograr las modificaciones legales necesarias que garanticen la prevención, la protección y la seguridad para que el gremio periodístico pueda ejercer día a día la profesión y podamos dar cuenta a la sociedad del acontecer en forma objetiva, ética, veraz y oportuna.

Twitter: @Fernando_MoraG
Facebook: Fernando Antonio Mora