La historia prehispánica
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Toltecáyotl

La historia prehispánica

 


El Estado mexicano desde 1824, ha tratado de desaparecer, no solo el patrimonio cultural material de la civilización del Anáhuac, sino lo más importante, la conciencia misma de la existencia de la civilización invadida y depredada. El Estado se funda en la falacia de un país, sin pueblo y sin historia.  El nombre de esta tierra y las culturas que por miles de años han existido, por consenso de todas las culturas, en lengua náhuatl, que era la lengua franca, se llamó ANAHUAC. Así, existían los ñuu savi anahuacas, los binnizá anahuacas, los nahuas anahuacas, en la tierra del Anáhuac. Pero por la invasión, primero, durante tres siglos, los españoles le llamaron Virreinato de la Nueva España y a sus habitantes les llamaron indios. Después, en 1824 los criollos le llaman México, en honor a la emblemática ciudad que sus antepasados habían conquistado. En el inicio del país de los criollos y para los criollos, se supone que existían menos de seis millones de habitantes, de los cuales, cinco millones eran anahuacas, monolingües, analfabetos que, pese a los tres siglos de Colonia, seguían viviendo en la milenaria estructura cultural anahuaca. Y como todos conocemos, desde 1521, los <indios, indígenas, ahora pueblos originarios y mestizos>, no son tomados en cuenta, de modo que se crea un país sin pueblo, porque quedan excluidos los indios del flamante país indebidamente llamado México. En un despropósito histórico, cultural, racista y clasista, los criollos han tratado de desaparecer de la memoria histórica de este país, la noción de la existencia pasada y presente, de la civilización del Anáhuac. Una aberración de tal magnitud, como si los gobiernos de China e India, pretendieran desaparecer de la conciencia de sus pueblos el recuerdo de sus civilizaciones Madre. Para los hijos de los hijos de una de las seis civilizaciones más antiguas de la Tierra, su país, en manos de los criollos, se llama México, que el nombre viene de la cultura mexica, su milenaria historia ancestral la nombran en relación a sus invasores depredadores, los españoles, como historia prehispánica. En efecto, el Estado mexica-mexicano-criollo, llama a través de la SEP, el INAH, las universidades, el sistema de desinformación colonizadora, a la historia ancestral del Anáhuac, HISTORIA PREHISPÁNICA, es decir, todo lo que sucedió antes de la llegada de los hispanos. Es tanto como si en India, le llamaran a su milenaria historia HISTORIA PREINGLESA. Tiene muchas y muy profundas implicaciones económicas, políticas, sociales y culturales, que el pueblo viva desposeído de su sabiduría y su potencial ancestral, amnésico y ajeno a sí mismo. Porque, como personas, familia y pueblo, somos lo que recordamos. Perder los recuerdos es perder la conciencia identitaria. El no saber quién en verdad soy, porque no somos mexicas-mexicanos; de dónde vengo, porque nuestra historia ancestral no es de 196 años de los mexicas, desde 1325 de la fundación de su ciudad a su destrucción en 1521. Es en cambio, una de las historias más antiguas de la humanidad. En el Valle de Tlacolula se han encontrado semillas fosilizadas de teocintle en vías de ser maíz de hace diez mil años. El no saber de dónde vengo, me imposibilita saber quién soy. Esto nos pone en una situación de desventaja, inferioridad e inseguridad. Cuando un explotador-depredador trata con una persona, una familia o un pueblo amnésico, quedan condenados a la pobreza, la injusticia y la exclusión. Le pueden quitar su riqueza y su patrimonio, lo pueden esclavizar, lo pueden denigrar, y lo único que podrá decir el amnésico es, “a sus órdenes, para servir a usted patrón”. Esta es la razón por la que los chinos se siente orgullosos de ser chinos, los indios de ser indios, pero los anahuacas no poseen conscientemente los elementos culturales ancestrales para sentirse anahuacas. Los mexicas-mexicanos se sienten orgullosos de ser…españoles en la Colonia, franceses en el siglo XIX, y ahora gringos. Más falsos que un billete de tres setenta y cinco. 

El pueblo no se puede sentir orgulloso de algo que no existe, que es una fantasía de sus explotadores-depredadores. Este país, a los anahuacas, desde 1521, ha dejado de pertenecerle. En el virreinato esta tierra le pertenecía a España. En estos dos últimos siglos, esta tierra le pertenece a un puñado de familias de extranjeros avecindados y nacidos aquí. En este país, los hijos de los hijos del Anáhuac, son pobres y miserables, están excluidos y no tienen derechos, son despreciados por su fenotipo y por su color de piel, por su lengua Madre, por su tradiciones y costumbres ancestrales. Este país es de los criollos, sean liberales o conservadores, pro Estados Unidos o pro Europa o pro Oriente Medio. En este país no existe historia ni civilización ancestral, solo mexicas o aztecas. En este país, para no ser aplastados por el sistema neocolonial, la gente abandona voluntariamente su identidad ancestral y trata torpemente de igualarse con sus colonizadores y se convierte en mestizo, para subir en la escala social y dejar de ser indio. Educayotl AC. Descolonizar es dignificar. www.toltecayotl.org.