La vida post pandemia
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Toltecáyotl

La vida post pandemia

 


Existen muchas versiones sobre el origen del Covid-19, unas creíbles y otras no tanto, unas científicas y otras venidas de las teorías conspirativas. Sin embargo, yo les hablaré, amables lectores, de una idea que viene desde lo más profundo de la sabiduría de nuestros Viejos Abuelos.

Que la Tierra es un SER VIVO, que siente, tiene consciencia y se va a morir como todos los seres vivos del universo. Que si la vida de la Tierra fuera de un año, el “homo sapiens sapiens”, aparecería en el último segundo de ese año. Que el ser humano moderno, occidentalizado, capitalista, en los últimos 500 años ha creado la peor civilización que ha existido en esta humanidad, una civilización de muerte. Con un afán por obtener riqueza material de manera enferma, a costa de la Madre Querida, del planeta, a costa de la vida de los seres humanos que viven distribuidos en pueblos y culturas sobre el vientre de nuestra Madre. A costa del medio ambiente, contaminando la tierra, las aguas y la atmósfera de manera irresponsable, solo por obtener beneficios económicos para el uno por ciento de los habitantes del planeta.

Nunca en la historia humana “pluriversal” del planeta, había existido tanta injusticia social, tanta enajenación y embrutecimiento humano. Los valores, principios y aspiraciones espirituales forjados a lo largo de miles de años de gran parte de los pueblos, en menos de setenta años casi se han perdido. La Tierra sufre una gran erosión espiritual.

Nosotros, los seres humanos no somos hijos del “Becerro de Oro”, nuestros valores no cotizan en las bolsas de Londres, Nueva York y Tokio. No nacimos para trabajar como enajenados esclavos para que un puñado de abusivos se hagan inmensamente ricos, no solo a través de nuestra salud física y mental, sino especialmente espiritual.

Esta inmensa maldad, miseria y deshumanización, de un puñado de personas, que viven en nuestro municipio, nuestro estado, nuestro país y nuestro planeta, se han apoderado del poder económico, político, religioso, educativo y cultural, de casi todas nuestras instituciones. Que, desde adentro y desde lo más alto, corrompen, mienten y simulan, y que, nos están conduciendo a la muerte, no solamente física, sino fundamentalmente ESPIRITUAL.

Esta maldad de este grupúsculo de personas DESALAMADAS, nos están conduciendo a la contaminación física, pérdida de la conciencia espiritual y condenando a cada uno de nosotros, por vivir desatentos y de manera irresponsable nuestras vidas, en medio de un inmenso vacío, como un hoyo negro del cosmos, que se traga la energía espiritual de los seres humanos del planeta.

Ante esta inmensa crisis y la catástrofe planetaria que se ve venir. Ante la triste y desesperada situación de que los humanos no podemos hacer nada frente a esta pequeña, pero poderosa y bien articulada red de complicidades de poder en las instituciones, desde un humilde municipio, hasta las Naciones Unidas, pasando por los palacios de gobierno de los países, la Madre Querida, Tonantzin, como la llamaban los Viejos Abuelos, está creando las condiciones para desarticular y deshacer este maléfico poder que está incrustado, como una metástasis cancerígena, en los círculos grandes y pequeños de poder, de esta banda de desalmados muy bien organizados.

Sí, amable lector, aunque usted no lo crea, la Tierra es un ser vivo con conciencia y poder; y, nosotros somos sus amados hijos y ella nos va a rescatar. No es en vano la razón por la cual, pese a la invasión los colonizadores españoles no pudieron desaparecer el templo de Tonantzin y se vieron obligados a aceptar el sincretismo del Tonantzin-Guadalupe en el Tepeyac, o en Huaxyacac, con su piedra sagrada que une a los seres humanos con la Sierra Norte, y que hoy le da razón de ser al Templo de la Virgen de la Soledad, otro sincretismo espiritual en el Anáhuac.

El Covid-19, para en seco al monstro que representa la economía mundial, que nos estaba deglutiendo, ha sido la estocada de muerte. Muy difícilmente la economía mundial se volverá a restablecer, que hay que decirlo, ya estaba en un periodo de estertores de muerte, por sus excesos y degradación. No solo porque se constituye de una increíble, sincronización y dispersión mundial, sino porque además existen muchos elementos diversos que, a través de los decenios, se han ido construyendo, y que, hoy, se han parado de súbito y con ello, se ha dañado ese increíble, complejo y delicado mecanismo que significa la producción, el comercio y el consumo mundial. 

Así es, lo que parecía imposible disminuir, ya no de parar, de súbito es violentamente detenido. El mundo económico se detiene y el ser humano se debe guardar en su casa a meditar, qué es su vida. Y lo tiene que hacer, porque cuando salga de nuevo a la calle, ese mundo económico en el que vivó y trabajó, ya no existirá. El planeta Post pandemia, se tiene que reinventar y cada uno de los humanos tendrá también, que reinventase para darle significado, sentido y trascendencia a su existencia. Usted amable lector, qué opina. Educayotl AC. Educar para el futuro con la sabiduría del pasado. www.toltecayotl.org   


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