La ideología criolla
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La ideología criolla

 


Una ideología es un conjunto normativo de emociones, ideas y creencias colectivas que son compatibles entre sí y están especialmente referidas a la conducta social humana. A partir de la Colonia, se creó el sistema de castas, los hijos de españoles nacidos en el Virreinato se les llamaba “criollos”.

Eran súbditos de segunda y no podían tener los más altos cargos en el gobierno, la iglesia y el ejército. Los gachupines, españoles nacidos en España, no les tenían confianza, pues comenzando con los mismos hijos de Cortés, los criollos conspiraron contra el poder colonial, durante los tres siglos, y al final, fueron los criollos al grito de “Es hora de matar gachupines”, dado por un cura como Hidalgo, que iniciarán la lucha por el poder, que durará 11 años.

La ideología criolla es una forma de pensar y de entender el mundo y la vida. Esta ideología, tiene como meta la obtención de riqueza a cualquier precio. Se sustenta básicamente en la explotación de los nativos y la depredación de sus recursos naturales. Ve a los indígenas y mestizos como inferiores y sin derechos frente a sus grandes ambiciones de riqueza.

La ideología criolla se sustenta en la desolación de ser rechazado por la que cree que es su patria, España. Pero al mismo tiempo, él desprecia la tierra, al pueblo y su cultura, que no solo le han dado la vida, sino la riqueza obtenida. Los portadores de la ideología criolla son, al mismo tiempo, arrogantes e inseguros. Presumen un mundo que los rechaza, ignora y en su caso, los desprecia.

En España les llaman peyorativamente “indianos”, y en el Anáhuac, en México se presumen de familia extranjera. Porque, los generadores históricos de la ideología criolla, no solo son españoles. En general, México ha sido un paraíso para los emigrantes que llegan a enriquecerse gracias a que existe un sistema de explotación neocolonial, desde Hernán Cortés, hasta Carlos Slim. De otros países de Europa, Medio Oriente y, recientemente de Asia.

Cuando se habla de “ideología criolla”, no se refiere únicamente a extranjeros, aunque “casualmente”, las familias más ricas y poderosas económicamente, y también las acomodadas en los estratos superiores o de dominio en todos los ámbitos del acontecer nacional, sea la política, los medios de información, la educación, la investigación, el arte, etc.

Porque también se observa “la ideología criolla” en los mestizos desculturizados, y aún, los llamados “indígenas”. Son tristemente famosos los caciques que son de “horca y cuchillo”, y que, como dice el dicho, “para que la cuña apriete, debe ser del mismo palo”. Insistimos, “la ideología criolla”, es la conducta que desprecia la vida del pueblo, que no siente ninguna responsabilidad social y menos histórica con el pueblo y el país.

A la ideología criolla, lo único que le interesa es la obtención de riqueza a cualquier costo, no importando las personas, el medio ambiente, la Naturaleza, la cultura, el patrimonio cultural o la misma nación. Para esta ideología, los seres humanos, se convierten tan solo en objetos para su riqueza, y las instituciones, un medio para lograrla. Las personas que actúan a través de la ideología criolla, no tienen bandera, nación, dignidad, honorabilidad o prestigio. Para estas personas el dinero es su Dios, quien, según ellos, les da una supuesta superioridad sobre todos los demás. Es aquí, en donde se cimienta el racismo y el clasismo, tan arraigado en el pueblo de México, porque no es solo un “vicio de los criollos”.

En efecto, México es el país que más gasta en tintes para el cabello, y por supuesto, el tinte más usado es “el rubio”. La gente de ideología criolla, lo que más detesta, es que una persona morena, indígena, humilde, tenga logros que ellos no tienen y que jamás obtendrán. Esto es algo que nunca lo pueden superar. Ha sido viral, como un actorcillo se expresó de manera racista y clasista de la oaxaqueña Yaltiza Aparicio: “Intentan nominar a una pinche india que sólo dice >sí señora, no señora<”. Finalmente diremos que, es, justamente, “la ideología criolla”, la que ha llevado en 36 años de implantación del neoliberalismo a personas como Carlos Salinas y la banda de delincuentes organizados en el “PRIAM”, a casi destruir este país. En efecto, la sistemática, planeada y compleja destrucción, no solo de Pemex o CFE, sino de las instituciones del Estado mexicano, es una prueba fehaciente de lo que es capaz de hacer estas personas que no tienen un ápice de humanidad, vergüenza y dignidad. Especialmente esta plaga se expandió, por la misma destrucción del Estado y sus instituciones. Llegaron a robar de manera descarada, sin conciencia y sin medida. Destruyeron las instituciones y el Estado de Derecho, para robar “a arcas abiertas”, entregando la riqueza a las empresas extranjeras y acabando con la soberanía. Modificaron la Constitución, las leyes y las instituciones, para hacerlo “legalmente”. Mentes psicópatas y cleptómanas, gente inmoral y corrupta nos gobernó durante 36 años. Y ahora, que se pretende restablecer el Estado de Derecho y salvar al país de la desgracia, ellos, desde sus reductos de poder, gritan cínicamente, como ratas heridas, en contra del esfuerzo por recuperar. En estos 36 años de neoliberalismo “la ideología criolla”, alcanzó su mayor poder de destrucción. Antes de pensar en un “nacionalismo y patrioterismo decimonónico”, se debe de pensar y actuar en la descolonización de las estructuras mentales de todo el pueblo. No puede existir transformación alguna, sino no se erradica “la ideología criolla” de todo el pueblo de este país. Por estas razones, la RESTITUCIÓN de la memoria histórica y la identidad cultural ancestral, son la clave para que pueda el pueblo recuperar al país y sus instituciones. Descolonizar es dignificar. www.toltecayotl.org