El caso de abuso sexual que no pude publicar
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

Sin cuentos chinos

El caso de abuso sexual que no pude publicar

 


Hace un par de semanas vi ‘Spotlight’, película que cuenta una historia real sobre un grupo de periodistas en Boston que a principios de la década de los 2 mil, destapó el escándalo de pederastia dentro de la Iglesia Católica en su ciudad, para luego descubrir que era un desafortunado fenómeno que se expandía por todo su país y por el mundo entero. 

Cuando terminé de verla, más allá de lo repulsivo que me pareció el tema en sí solo, recordé a Yadhira. Una joven que hace dos años me topé en redes sociales denunciando el abuso sexual del que fue víctima por un párroco en Tolomé, Veracruz. 

El párroco al que la joven señalaba de agresor, había estado recientemente involucrado en un polémico video en el que se le veía regañar a un niño y discutir con una señora a base de groserías. Ésta última incluso lo acusaba de estar en presunto estado de ebriedad. 

“Hoy desperté, abrí Facebook y vi un video (el del sacerdote discutiendo con el hijo y la madre). Al ver de quién se trataba, se me salieron las lágrimas” consignaba Yadhira en su muro. En cuanto leí su testimonio, supe que tenía que escribir del tema, pues sabía que leer su historia y no hacer nada para darle voz, me hacía cómplice.

Fue entonces cuando me puse en contacto con la veracruzana, que en ese momento tenía 19 años, para conocer más detalles. Por teléfono, la joven me explicó que el abuso que sufrió por parte del sacerdote tuvo lugar en el 2014, cuando ella tenía tan sólo 14 años de edad. “Crecí en un ambiente sin maldad, no sabía lo que estaba pasando, pero sí sabía que estaba mal” recordaba la oriunda de Xalapa. Yadhira colaboraba en la parroquia de Tolomé, actividad que según afirmó, la hacía feliz. 

Sin embargo, esta percepción cambió cuando conoció al sacerdote en cuestión.  “Un día tuve que acompañarlo a un lugar. Íbamos en su camioneta y comenzó a tocarme los cachetes mientras me decía que qué bonita estaba”. Después, Yadhira recuerda cómo el sacerdote comenzó a bajar su mano de la cara al estómago, en donde pellizcándole le decía “Ay, sí estás bien gordita” pretexto que utilizaba para bajar la tensión del momento y finalmente colocar su mano en los pechos de la adolescente. “Yo volteé a verlo, asustada, por dentro sólo me preguntaba qué estaba pasando”. 

Según me dijo Yadhira, el párroco la tocó sin su consentimiento un total de seis veces, pero en las primeras ocasiones éste se excusaba con un “me equivoqué, ahí no era”, simulando que sus manos habían llegado a los pechos de la joven por error. 

“Sí, tuvo que ser por error, tuvo que ser por error” se repetía la veracruzana las primeras veces, ya que, para ella, era inconcebible que una figura que tanto respetaba, le estuviera haciendo algo así.

Pero luego, el descaro entró y el párroco dejó de justificarse ante el contacto físico que hacía con las partes íntimas de Yadhira. “De repente ya empezó a tocarme directo: pechos, piernas, todo. Yo me apanicaba pero él solo me tocaba más y más”. Tras las múltiples ocasiones en las que el párroco abusó de la en ese entonces menor, Yadhira decidió cesar sus actividades en dicha parroquia y ciudad, por lo que, sin mayor explicación, volvió a Xalapa con su madre. 

“Hoy en día cada vez que algún conocido regresa a Tolomé y se lo encuentra, me dicen que el padre me manda a saludar, y me da mucho coraje, siento horrible”.

La confesión de la joven en redes sociales dividió en su momento la opinión de los usuarios, e incluso muchos se atrevieron a llamarla “mentirosa” por haberse esperado cinco años para exponer su caso. Aunque la joven admitió que en efecto, se tardó demasiado en hablar, explicó que no había tenido el valor de hacerlo hasta que vio que el sacerdote estaba siendo expuesto mediáticamente por otras razones.

“No sé si pueda proceder legalmente, porque la verdad no sé cómo comprobarlo, pero yo sé lo que pasó y sé que lo que digo, es verdad” fue lo último que me dijo Yadhira. Ese día, recuerdo, contacté a la Diócesis de Veracruz para saber si conocían el caso de Yadhira, pero no obtuve respuesta. Redacté mi historia y pensé que en cuestión de minutos sería publicada, pero no fue así. Las autoridades del medio en el que trabajaba me dijeron que no podíamos hacer una acusación así sin tener más pruebas. Era cierto, pero el hecho de tenerle que dar carpetazo a lo que Yadhira me había compartido en espera de darle visibilidad a su caso, me partió el corazón. 

Hoy decido en estas líneas hacerle justicia a Yadhira, honrar su testimonio, y el de todos los de esta naturaleza que yacen en silencio, para decir con todas sus letras que un quien era el párroco de Tolomé, Veracruz en 2019, abusó de ella. Ese sacerdote se llama Martín Santillán. 

Yadhira, no se si algún día leas esto, pero perdón por tardarme tanto y necesitar una película para darle cabida a tu valiente verdad. Gracias por confiar en mí. Yo te creo.

Twitter:@chinacamarena