UNA REFLEXIÓN PROFUNDA debe surgir tras la amplia difusión que se dio a la presunta venta de una cachorra jaguar en una tienda de mascotas en un centro comercial aquí en la ciudad de Oaxaca.
PRIMERO, que la Secretaría de Medio Ambiente, Biodiversidad, Energías y Sostenibilidad (la instancia local), encabezada por KARIME UNDA HARP, está completamente borrada del mapa oaxaqueño, que su titular resulta un florero muy costoso (y obviamente superfluo) que solo ha servido para pagar compromisos adquiridos en días de campaña por el jarismo y que esta dependencia solo absorbe nómina y gastos, pero NO reditúa en beneficio alguno para el medio ambiente.
CLARO, tampoco podemos decir que antes eran mejores tiempos, pero, ahora que se supone hay un gobierno que se jacta de ser “diferente”, en materia contaminación, deterioro y explotación del hábitat, todo sigue igual o peor que antes.
EN UN PRIMER MOMENTO, despistados elementos de Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado (Propaeo), que dice comandar Isaías Valdez (sic), llegaron al establecimiento en el que, la reportera Maira Ricárdez denunció a través de sus redes sociales, se hallaba en venta la cachorra cuya especie está en peligro de extinción, pero ya NO estaba y estos “protectores” del medio ambiente levantaron un acta y dieron parte a la Procuraduría Federal de Protección Ambiental (Profepa), solo supieron que el felino era “utilizado para sesiones fotográficas”, esto último es lo que señaló la “procuraduría ambiental” a través de un comunicado oficial.
UN DÍA DESPUÉS (26 de marzo) trascendió la recuperación de la cachorra por parte de la Profepa que en su cuenta de X detalló: “La Profepa en Oaxaca aseguró una hembra de jaguar, Panthera onca, de tres meses de edad, por no coincidir el marcaje de su microchip con el documento presentado para acreditar su legal procedencia. El ejemplar se encuentra listado en la NOM-059”.
Hubo además el aseguramiento de otros 20 animales listados en esta Norma Oficial Mexicana 059, que se refiere a especies en riesgo.
AQUÍ SURGE, tras esta incautación, lo más delicado:
ESTA JAGUAR, cuando pasó a manos de las “autoridades” estaba en buenas condiciones ¿usted cree que la Profepa la va a mantener igual? Más cuando no tiene dinero –las dependencias gubernamentales, en general, cada vez reciben presupuestos más raquíticos– ni para contratar suficiente personal.
SE SABE DE PROFEPA que, en algunas delegaciones no tienen recursos para gasolina, para el pago de renta, vamos no tienen dinero ni para pagar abastecimiento de agua entonces ¿Creen que tendrán recursos para sostener en buenas condiciones a esta felina?
¿Realmente creen que esta cachorrita estará en mejores manos al dejarla en poder de funcionarios gubernamentales caracterizados por su negligencia y NO bajo el cuidado de un propietario que perdería mucho si el animalito enfermera o muriera y que, además llega a generar vínculos afectivos con su mascota?
ES INACEPTABLE que animales en peligro de extinción sean vendidos de manera legal. Esta cachorrita, según trascendidos, originalmente fue vendida en la Feria de Mascotas de la UABJO de animales NO convencionales –que los documentos con que fue vendida hayan sido falsos, ese es otro tema– pero en sí; pagar los derechos permite que uno pueda poseer esos animales.
No obstante, resulta PEOR que funcionarios de gobierno los confisquen pues esa acción resultaría aún MÁS letal para estos animalitos. Si no tienen dinero ni para combustible de sus unidades destartaladas menos para invertir en el sostenimiento de animales incautados. En un tiempo veremos el fin que tuvo esta cachorra. A ver si no termina en casa de un alto burócrata guinda.
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