Finalmente en Oaxaca, llevamos a cabo elecciones en donde elegimos Gobernador, para que ejerza funciones a partir del uno de diciembre de este año y hasta el treinta de noviembre de dos mil veintiocho.
El ganador fue el Ingeniero Salomón Jara.
En ese contexto debemos destacar que pese a la popularidad del señor gobernador electo, la votación fue baja, dominó el abstencionismo, ya que solo votaron el 38% de los ciudadanos inscritos en el padrón electoral; ahora bien, de esos votantes Jara obtuvo una ventaja amplia que lo llevará a Palacio de Gobierno.
La ciudadanía y el pueblo en general, espera que cumpla sus promesas de campaña y efectivamente, gobierne desde los pueblos y no encerrado en Palacio, son mis mejores deseos.
El problema principal que deberá enfrentar, desde luego es la pobreza, por lo que deberá estar muy cerca del Poder Ejecutivo Federal para que no detenga sus inversiones en el Tren Trans ístmico y en las carreteras a la Costa, Tehuantepec y Puerto Escondido, amén de muchas otras carencias que deberá resolver con su presencia, y me referiré solo a una endémica en nuestro Estado: el enfrentamiento entre pueblo que se matan constantemente por la posesión de la tierra. Así las cosas, deberá cuidadosamente elegir a sus colaboradores y buscar siempre personal con experiencia y eficiente.
Al mismo tiempo deberá, paro ya, acercarse al señor Presidente López Obrador, para que el contacto entre ambos depositarios del Poder Ejecutivo no se rompa, vaya, ni siquiera que se relaje.
Esperemos pues para opinar ya que cinco meses se le van a ir muy rápido para prepararse y domar al tigre que le tocó ganar.
Yo también soy Pueblo.
Por allí nos encontraremos.
