Cuatro días después de haber festejado con bombo y platillo los primeros cien días de gobierno de Salomón Jara Cruz, alguien se convirtió en el “prietito en el arroz” al cometer una pifia en la elección de la obra que identificará el cartel oficial de la Guelaguetza 2023.
Si esta pifia ocurre en la elección de un simple cartel, ¿qué esperamos de la organización de las fiestas de la Guelaguetza a celebrarse en julio próximo?
Los gobiernos priistas, en años recientes, decidieron convocar a un concurso para elegir, cada año el cartel de la Guelaguetza. Antes lo decidían de manera directa, sin mayores aspavientos.
En este primer año de la actual administración, los orenistas decidieron continuar con la “democratización” de esta figura, lucirse, nada más que con dedazo de por medio.
Así, este año lanzaron la convocatoria con algunos puntos que no se cumplieron, como el aceptar más obras de lo previsto 75 y no 60; el no aceptar obras que ya concursaron en ocasiones anteriores, como en este caso, el segundo lugar, y el monto del premio que era de 25 mil pesos y no de 50 mil. Desde ahí el certamen ya estaba viciado. Como es de suponer no se dieron a conocer los nombres de los integrantes del jurado, pero tampoco se mencionaron a estos, el día en que se dio a conocer el veredicto. Hasta ahorita, no se ha informado de manera oficial, la identidad de sus integrantes. ¿Se esconde algo, o es simple omisión?
Para mostrar al público la calidad de las obras, estas fueron expuestas en el corredor de Palacio de Gobierno en donde, a través de las redes sociales, las personas vertieron sus comentarios y sus opiniones sobre lo que ellos consideraron como las que deberían ganar.
El martes pasado, el gobernador Salomón Jara y la secretaria de Turismo, Saymi Pineda, entregaron el premio: 50 mil pesos al ganador del certamen que resultó ser el artista plástico, Luis Fernando Ramírez García, originario de San Lorenzo Cacaotepec, quien concurso con la obra, “Bordados de tradición e identidad”. El joven, hasta ayer estaba en la gloria, hoy, en el infierno.
Sin embargo, el mejor jurado hizo su aparición en las redes sociales quienes cuestionaron la calidad de la obra ganadora. De inmediato, los usuarios de las redes le dieron vuelo a su imaginación para crear memes ingeniosos, con los que pudieran compartir su sentir respecto al resultado.
Otros más, como Keyla López Aquino, escribió: “Esto sí merece hacer una marcha para que la quiten”; Lena Sainet Gómez, dijo a su vez: “Noooo me agrada, está muy simplona y no nos representa. Parece una caricatura sin esencia real de la fiesta que representa la Guelaguetza”. Por su parte, Esther Martínez, opinó: “No, ni siquiera lleva los colores reales de sus trajes tan bonitos de las tuxtepecanas, ni lo hermosas que son; no me gustó”. La presión social estaba en marcha y esa sí es demoledora.
En el transcurso de la mañana de este martes, de manera sorpresiva, la Secretaría de Turismo emitió un comunicado en el cual se daba a conocer que el jurado calificador había “decidido cambiar su veredicto y elegirá una nueva ilustración para la fiesta de las y los oaxaqueños”.
“Esta decisión fue tomada en cuenta en relación con una fotografía que registra elementos similares a la imagen presentada, misma que no era conocida por el Jurado Calificador, por lo que después de un análisis y evaluación de esta situación y aunque sí reconocen las similitudes, sin tratarse de un plagio, el jurado decidió cambiar su veredicto”.
“Esta decisión no significa que la imagen anunciada no sea original o que no haya ganado legítimamente. Por el contrario, se reconoce el trabajo del creador de la imagen y la Sectur lo alienta a seguir trabajando y creando en el futuro dado que él es el menos responsable de esta situación”.
Y el cierre del comunicado es magistral: “Lo que se busca es evitar una polémica que manche la edición de la Guelaguetza 2023” y se anunció que la nueva imagen se elegirá de entre las 10 semifinalistas, en las próximas horas.
Una vergüenza la postura de la Secretaría de Turismo. Y un manejo terrible, pésimo, de imagen pública, por parte de la Vocería del gobierno estatal. Sin embargo, el damnificado es el artista nobel a quien ya le destrozaron su carrera y, por supuesto, la autoestima.
En suma, en este enredijo, hubo lo siguiente:
1. Falta de planeación en el proceso de selección. Obviamente que hubo dedazo y ahora quieren recomponer.
2. En su comunicado, Turismo dice que no es plagio y es legítimo el trabajo, pero no explica, entonces, porque lo anulan, ¿por la similitud con una foto? Una imagen que es hasta común en muchas revistas e imágenes.
3. Están cediendo a la presión social, aunque ahora se pongan a las patadas con el grupo de poder de los artistas.
4. El proceso ya se vició por la falta de seriedad de Sectur y su titular Saimy Pineda que, como se siente con poder y es, además, prepotente, quiere pasar por encima de todos.
5. Retomar el plan inicial de que la imagen sea elegida por voto popular (al estilo de AMLO) se caería en lo mismo: el dedazo.
6.- Aunque inicialmente así quisieron hacerlo, los artistas metieron presión porque, dicen, que el populo de Oaxaca no sabe de arte y por eso integraron un comité de expertos que hizo dedazo y no analizó la diversidad étnico-cultural que la imagen debe tener.
Indudablemente que sale perdiendo el estudiante de Bellas Artes de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, Luis Fernando Ramírez García, a quien Turismo hizo ver como criminal. Y hasta deshonesto al inventarle supuesto plagio.
El lunes era un joven feliz que presumía su triunfo y el dinero ganado, hoy es acusado de plagiario, mentiroso y copión, y obligado a regresar el premio. Un golpe terrible para un ser humano que ha sido víctima de la omisión de funcionarios que tienen en sus hombros la responsabilidad de gobernar a los oaxaqueños.
