Entre las picaduras que reciben los niños, las de mosquitos son las más frecuentes, y las reacciones generalmente no pasan más allá de una ronchita roja que causa comezón. Pero las picaduras de las arañas generalmente causan gran inquietud por el riesgo que sus toxinas o veneno pueden causar en el organismo de un niño, y en algunas ocasiones pueden llevar a la muerte bajo condiciones especiales.
Generalmente la mayoría de las picaduras que sufren los niños por arañas suelen ser cuando juegan en jardines o parques, o bien por la noche mientras duermen.
El dolor que causan es percibido de forma inmediata y expresado con llanto súbito, y es válido para alertar a los padres o familiares que algo le ha sucedido al niño. Si el niño ya tiene la capacidad de señalar el sitio del dolor, y se identifican dos puntos pequeños, conviene en ese momento buscar en el ambiente cercano, la posible presencia de la araña para poder definirla o presentarla al personal de salud que atienda de forma inicial al niño con la finalidad de poder proporcionar un mejor tratamiento.
En nuestro medio, tenemos de forma destacada como arañas venenosas a la viuda negra, y la violinista, que reciben este nombre por sus distinciones corporales. La viuda negra es una araña de color negro brillante con una panza redondeada que en su parte inferior tiene una imagen en forma de dos triángulos unidos por una de sus puntas de color rojo intenso. La violinista también se le conoce como araña parda (color café), y en la parte posterior de su tórax en unión con su cabeza, tiene una imagen de color más obscuro con figura aparente de un violín.
Tienen hábitos nocturnos y temen mucho a la luz por lo que es difícil verlas en el transcurso del día. Viven detrás de los cuadros, en rincones oscuros de los hogares, en muros divisorios y entretechos, tejiendo una tela desordenada y sucia, en donde habita y devora su alimento. A pesar de lo que muchos piensan, las arañas no son parásitos, son animales depredadores, por lo tanto, activamente cazan su alimento. Lo importante de esto es que la araña durante la noche abandona su tela en busca de alimento, y al ser sorprendida por la luz del día o alguna luz artificial, busca rápidamente refugio en el primer lugar oscuro que encuentra (por ejemplo: prendas de vestir colgadas en la pared, camas, etc.) y al sentirse en riesgo se defienden mordiendo a su detractor.
Por lo anterior, la mayoría de los accidentes ocurren dentro del hogar y en las horas de la noche, siendo el dormitorio el lugar más frecuente y las extremidades los segmentos corporales más afectados.
Otra araña que también puede causar molestias por la intensidad de dolor que les genera a los niños, es la clásica tarántula que se identifica por su tamaño mayor y la cantidad aumentada de “pelos” aparentes en su cuerpo.
Los sitios más comunes donde se localizan corresponden a rincones de poca limpieza y con tendencia a la obscuridad y, la picadura se produce al momento que se sienten amenazadas al sentir presión sobre su cuerpo, que se puede generar en un movimiento involuntario hacia el sitio donde se encuentren o el contacto de alguna parte del cuerpo, con la prenda o calzado en donde se encuentran en su interior o superficie.
Cada una de ellas genera diferentes tipos de alteraciones en el niño. La viuda negra en especial, libera una toxina que actúa a nivel de las uniones entre nervios y musculo, para provocar contracturas dolorosas y prolongadas en diferentes segmentos corporales, pero en especial a nivel del abdomen que puede ser confundido con otras enfermedades, que justifican su intervención quirúrgica para encontrar la alteración dentro de la cavidad. El antecedente o la posibilidad de la picadura de esta araña evitarán el tratamiento con cirugía. En otras uniones de transmisión de impulsos nerviosos son capaces de producir vómitos frecuentes, retención de orina, salivación intensa, secreciones en los bronquios de forma abundante, presión arterial elevada, inquietud con agitación y convulsiones.
La araña parda libera con su picadura una sustancia que causa destrucción de tejidos, y en las primeras dos horas posteriores, en el sitio de la picadura es habitual la presencia de una vesícula (globito) con liquido de aspecto sanguinolento en su interior; y posteriormente, inflamación de la extremidad donde se realizó la picadura, enrojecimiento superficial de la piel en el trayecto que siguió el veneno durante la circulación por el sistema linfático, formación de manchas distanciadas de enrojecimiento inicial y posteriormente con cambios de coloración a obscuro y negro, creando una costra superficial que por abajo, cubre a una úlcera que se forma por la destrucción del tejido por el veneno. Puede haber cambios en la circulación sanguínea que afecta de forma local a la extremidad relacionada, y de forma general se puede afectar el riñón disminuyendo en su funcionamiento por eliminación a la sangre de tejido destruido para generar la insuficiencia renal. Otras alteraciones adicionales pueden incluir: fiebre, náuseas, escalofríos, dolores articulares, convulsiones y en ocasiones alteración de la conciencia con estado de coma.
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