No sólo se trata de crecer
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No sólo se trata de crecer

 


 

En contra de lo que a algunos les gusta creer, que en materia económica el sur no aporta nada al país -argumento simplón y falso, por cierto-, quizá las cifras en el rubro les haga cambiar de parecer. Estrictamente refiriéndonos a los indicadores oficiales, resulta que mientras el país en su conjunto está creciendo entre 3 y 4 por ciento, el sureste lo está haciendo a dos dígitos.

Al cierre del segundo trimestre de 2023, se registró un crecimiento económico del 13.1%, lo que representa un crecimiento por mucho superior a aquel alcanzado incluso antes de la pandemia.

Y el cambio fue que, en comparación a muchas otras administraciones, durante la presente sí existió inversión pública para esta región del país. No que se defienda esta idea de desarrollo, pero es un hecho que en materia de indicadores Oaxaca va viento en popa y todo lo que ello conlleva está a la vuelta de la esquina, sino que ya está aquí.

En principio puede parecer un panorama soñado. Mejora de los indicadores, mejora de la economía para las y los oaxaqueños. No necesariamente. Las consecuencias de un crecimiento económico sin el acompañamiento debido del Estado pueden justamente hacer más adversas las condiciones de vida para la población, especialmente para las comunidades más desfavorecidas.

Más inversión requiere de más infraestructura, servicios, planeación y espacios, todas ellas que en Oaxaca no abundan. La llegada de más personas, ya sea por turismo o por la creación de empleos, generará mayor demanda de agua, una crisis que se profundiza día a día, espacios para establecimientos comerciales y vivienda, lo que encarecerá el costo de vida y podría desplazar a la población local, mayor infraestructura de servicios que requerirán planeación territorial e inversión pública.

El crecimiento, además ha movilizado fuerza laboral del sector primario al secundario. Mientras el sector manufacturero ha crecido este año en casi un tercio, el sector agropecuario y forestal se está contrayendo, lo que implica un primer desafío para la planeación estratégica y productiva de la entidad. La vocación de las poblaciones de las ocho regiones del estado está fluctuando y eso supone nuevos desafíos colectivos de los que ni siquiera estamos hablando.

Vamos tarde para poder reaccionar a todos los cambios que el crecimiento económico está implicando para nuestro estado y decisiones deben ser tomadas en breve para poder hacer frente a toda la oleada de consecuencias que lleva aparejado el dichoso desarrollo económico.

Más nos vale empezar a poner esto en nuestro radar.

@GalateaSwanson