Al problema de disposición final de la basura, se suma el pretendido aumento del precio de la tarifa en el transporte público. El uno de noviembre cuando escribo estas líneas, la ciudad de Oaxaca de Juárez, está siendo visitada por miles de turistas, aún cuando está convertida en un muladar, además se encuentran bloqueos carreteros en los principales cruceros de la carretera 190, en la esquina que forma está vía y la calzada Porfirio Díaz, además de por el rumbo del ADO y el parque de beisbol.
Por las noticias del medio día, el señor presidente municipal de Oaxaca de Juárez, Martínez Neri, manifestó que el asunto de la basura está en vías de solución, lo que al parecer es una suerte de luz al final del túnel, ya que la situación para miles de familias es insostenible al no recibir el servicio de recolección, lo que ha dado como resultado que por todos lados encontremos amontonamientos de basura, con los riesgos de enfermedades, moscas y alimañas de toda índole que pueden provocar enfermedades graves como la cólera.
No sé si el tiradero de basura por el rumbo de Zaachila, aún tiene espacio para el relleno sanitario, y de ser así, opino, que se debería usar la fuerza pública, ya municipal, local y la Guardia Nacional para abrirlo, pues se trata de un asunto de Salud Pública, entretanto se llega a la solución que se anuncia.
Por el lado del aumento al precio del trasporte, es por demás, a mi juicio, necesario, pero en una cantidad lógica que pueda pagar el usuario, porque hay que decirlo, el transporte público ha resentido también la inflación que padecemos, pero ellos son por otro lado, de los principales beneficiarios del subsidio a las gasolinas por parte del Gobierno Federal; en ese contexto, es totalmente destructivo el paro y bloqueos que practican, y la dependencia del Gobierno local respectiva debe ponerse de inmediato a dar solución a tan gravísimo asunto.
El problema es de todos, gobierno saliente y gobierno entrante, y el tiempo apremia.
Yo también soy Pueblo.
Por allí nos encontraremos.
