Yo soy heterosexual. ¿Por qué me gustan los hombres? Puede que sea que desde muy pequeña vi a Cenicienta enamorándose de un príncipe, o que en el colegio siempre me enseñaron que sin Adán no había Eva, no lo sé. La realidad es que nunca me había puesto a pensar cuál de todos los impuestos y estereotipos sociales, familiares y educativos con los que he crecido, fueron los que terminaron por dictaminar mi orientación e identidad sexual. A decir verdad, nunca nadie me lo ha preguntado ¿saben?, y mucho menos me lo han reprochado o me han hecho sentir vulnerable por ello. De hecho, hasta hace poco, no era consciente de que ser heterosexual en una sociedad como la nuestra, es incluso un privilegio. Y no es un privilegio de esos idílicos a los que aspirar, sino de esos que nadie pidió y que sólo son reflejo de las carencias que tenemos como país y por supuesto, como humanidad.
A mí no me digas que México es tolerante cuando de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre Discriminación del Inegi, el 74% de los encuestados dijo que no le rentaría un cuarto en su vivienda a alguien trans, mientras que el 65% expuso que no lo haría a alguien que se reconoce homosexual. No me digas que en México se respira respeto cuando después de hacer una encuesta para fines de esta columna, me encontré con comentarios como los que a continuación voy a narrar.
La primera pregunta de la encuesta pedía al usuario que respondiera si se identificaba como una persona homosexual, bisexual, transexual, entre otras acepciones que conforman el universo LGBT+. En caso de que mi desconocimiento fuera tal que hubiese omitido alguno, dejé abierta la opción para marcar ‘Otro’ junto con un cuadro de texto para que escribieran la palabra que mejor los hiciera sentir identificados. “Te faltó poner heterosexual pen…” -comencé a leer- “¿o qué? ¿ya no tomas en cuenta a los que sí somos normales?” Claramente a esa persona le faltó leer que la encuesta era dirigida a quienes forman parte de esta comunidad, así que decidí pasarlo por alto. No obstante, cuando seguí leyendo me encontré con otros comentarios que simplemente ya no pude ignorar. Al preguntarles si alguna vez le habían negado trabajo por asumirse parte de la comunidad LGBT+, alguien -no sé si la misma persona- tuvo la audacia de escribir “No, nunca me han negado trabajo porque yo sí tengo salud mental, soy heterosexual”. Y como ese, me encontré un par más.
Tw. @chinaCamarena
(CONTINUARÁ)