Oaxaca en la prevención del delito
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Opinión

Lecciones Constitucionales

Oaxaca en la prevención del delito

 


El artículo 21 de la Constitución Política de los Estados unidos Mexicanos, consagra entre otros principios que la seguridad pública es una función a cargo de la federación, entidades y municipios y comprende tareas como la prevención del delito.

Los policías en la actualidad, son mal pagados, no tienen derechos sociales de seguridad social, no tienen contratación colectiva de trabajo ni derechos por jubilación o pensión jubilatoria, sino algunos de sistema de ahorro para el retiro, otros, sin condiciones laborales mínimas, por lo que hacen falta iniciativas en favor de este sector tan importante de los gobiernos municipales y estatales.

Prevenir el delito, no solamente corresponde a la ciudadanía organizada, sino a las policías, a las instituciones del Estado, ante la creciente impunidad, inseguridad, desconfianza en las instituciones, se ha de redoblar el compromiso para prevenir el delito y educar a la sociedad en conjunto para reaccionar directamente contra lo delito imperantes.

En Oaxaca se ha manifestado el delito en forma creciente, el control de la criminalidad se debe a políticas públicas en materia de prevención del delito y de la seguridad de los ciudadanos que deben reforzarse en sendas campañas para educar a la población en general en caso de los diversos delitos existentes.

Uno de los factores más importantes en la prevención del delito es el conocimiento de la dignidad de la persona, de los derechos humanos, hay un total desconocimiento de la Constitución y de los mecanismos de control constitucional existentes.

No hay conciencia ciudadana de lo que es la justicia, la prevención del delito, como tampoco de cómo mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos por no existir parámetros de la Seguridad Pública hacia la ciudadanía en general, por ello existen linchamientos, homicidios, asuntos de legítima defensa bien, o graves problemas de delincuencia que son justicieramente cobrados por la ciudadanía.

Los problemas son diversos, pero redundan en la seguridad física e integridad de cada ciudadano en particular, hacen falta programas para bajar los índices de criminalidad, no hay resultados eficaces en la lucha contra la criminalidad, por ello es tan importante la prevención del delito.

En tiempos anteriores, se veía la revisión constante a jóvenes en escuelas, que no se portaran armas blancas o de fuego, había el policía encubierto en líneas de autobuses, en mercados, en grupos deportivos, etc. La delincuencia era minimizada, los jóvenes reorientados y determinados sus datos, existía un poco de más confianza ciudadana en las instituciones y mayor eficacia en la prevención del delito.

Las personas que habían pisado una cárcel, eran concientizadas de la gravedad de una falta administrativa hasta la comisión de un delito, había mayor conciencia de no cometer delitos.

Se han analizado los climas, los horarios, las horas de tráfico, los horarios de salida y entrada de estudiantes, de grupos, de universitarios, de víctimas, hay sendos estudios de casos en donde la delincuencia se organiza y que estos estudios no redundan en beneficio de la ciudadanía en general.

Toda estrategia de seguridad pública y de prevención del delito debe ser con la recopilación de información precisa, de Instituciones y corporaciones policiales que se ajusten al orden de actividad ciudadana, reorganizando su operatividad para ser eficaces.

Lo confiable, lo medible, lo realmente detectable en lo público, determina el grado de eficacia de las actividades institucionales para servir a la ciudadanía en estos rubros.

A diario existen mujeres desaparecidas, solicitando en redes sociales los familiares que si saben del paradero de personas lo comuniquen, a diario existe también una gran falta de Servicio Social en la prevención del delito, por parte de asociaciones civiles, por no entrar en problemas, por desconocer si existe o no un delito.

La gravedad de la desaparición de personas ha llegado conjuntamente con la violencia generalizada, de la falta de conocimiento de la Constitución y las autoridades de todo tipo deben hacer una campaña global en torno a la prevención del delito, es ya una necesidad impostergable.

Por otra parte, los delitos cibernéticos, los que promueven violencia, los que detonan suicidios de jóvenes es alarmante. El acoso sexual en redes sociales, en grupos de chat, en diferentes medios de comunicación de internet también es muy cotidiano.

Las campañas de despistolización eran frecuentes por el ejército, la entrega de aparatos electrónicos o eléctricos a cambio era una campaña semi efectiva.

Vivimos una época navideña, muchos ante la falta de recursos económicos roban, matan, infringen leyes, reglamentos, hay una total falta de información en la Prevención de todos los Delitos, no hay conciencia entre la existencia de un delito grave de uno que no lo es, o de una infracción administrativa de un hecho que no lo es.

La violencia psicológica ha tendido sus rede en Oaxaca, las amenazas de bomba, los asaltos a negocios sin respuesta, la falta de conciencia de personas que riñen en la vía pública, la falta de educación vial, de civismo, de respeto a los demás, hace falta que las instituciones municipales y estatales se concentren en re direccionar sus esfuerzos para educar a la población y permitir un nuevo aprendizaje de la prevención del delito.

El desquicio ciudadano se presenta con los múltiples bloqueos, con calles cerradas por vecinos sin conciencia de la libertad de tránsito de las personas o de los intereses legítimos de la ciudadanía, hace falta pues, mayor educación y cultura de la prevención del delito.

Finalmente, debemos los ciudadanos tener mayor conciencia de nuestro derechos y libertades, cuidarnos entre sí, las mujeres en sororidad o ayuda mutua entre ellas, los niños y niñas, cuidarlos en todo momento sin distracciones, las personas de la tercera edad con mayor cuidado por su salud, en fin, cuidemos y protejamos a los que no pueden protegerse, un día será muy tarde, si las instituciones no responden al auxilio en forma rápida, eficiente, respetuosa, y constitucionalmente bien puestas en servicio de la sociedad como primer respondiente.