“Debo olvidar. Debo olvidar que existí, porque en realidad no existí nunca”
-Elena Garro.
El 31 de marzo se cumplían 106 años del nacimiento del escritor mexicano y premio nobel de literatura 1990: Octavio Paz. Su escritura fue apasionada, con grandes horizontes, caracterizada por una inteligencia sensorial y una visión humanista. Su entorno familiar estuvo lleno de letras y libros, estudió filosofía y letras en la UNAM, su obra más conocida es “El laberinto de la soledad”, en el cual hizo un estudio fundamental sobre la identidad mexicana. Fundó importantes revistas sobre política y artes, las cuales actualmente son dirigidas por sus parientes y discípulos. La lista de premios y reconocimientos a lo largo de su trayectoria es amplia, en ella se encuentra uno de los más importantes del habla hispana: el premio Miguel de Cervantes en 1982.
Elena Garro escritora, periodista y dramaturga, nació el 11 de diciembre de 1916. Estudió Letras Españolas en la UNAM. Es considerada una de las escritoras más importantes del siglo XX, al lado de figuras como Rosario Castellanos. Fue polifacética al escribir teatro, novela y ensayo histórico. Con Los Recuerdos del Porvenir, Garro conquista la crítica literaria y su obra se convierte en la precursora del realismo mágico en América Latina. Los temas que exploró a lo largo de su trayectoria fueron: la memoria, la multiplicidad del tiempo, la luz, las violaciones a los derechos indígenas, la opresión de la mujer y el exilio.
En mayo de 1937, ambos escritores se casan, Elena diría años más tarde, que ella fue llevada a base de engaños por los amigos de Paz al juzgado, lo cual resulta dudable, dada la inteligencia de la periodista. Elena vería limitada su libertad artística a lo largo de este matrimonio, a petición de Octavio Paz, para evitar el riesgo de opacarlo aunado a esto, en el grupo de intelectuales al que pertenecían, Garro solo era vista como la esposa de Octavio Paz, nunca por su carrera literaria y periodística. Su matrimonio terminaría por infidelidades de ambos, aunque la poeta seguiría durante años, llamando “mula” a Paz, y delatando su misoginia.
En 17 agosto de 1968, Elena publica un artículo llamado “el complot de los cobardes”, en plena efervescencia del movimiento estudiantil, con el cual será acusada de traidora a la patria, y su legado intentaría ser borrado de la historia de México. En dicho artículo, la dramaturga se lanzaría contra los intelectuales a quienes señalaría como organizadores de una trama contra el gobierno, pero carentes de compromiso con las causas sociales, donde además señala que ningún problema se resuelve por la vía de la violencia, el desorden o las manifestaciones. Sus palabras serán usadas meses más tarde por el gobierno para desactivar la movilización popular, silenciar intelectuales y eliminarla de la vida cultural y política del país. Lo que seguiría en la historia sería una campaña de odio contra ella y sus contemporáneas la rechazarían.
Se dice que Paz después del divorcio, trataría de ayudarla en su autoexilio, en el cual deambulaba de un país a otro con la hija de ambos, sin embargo, Garro no aceptó su ayuda nunca más. Durante su peregrinaje y hasta su regreso a México en 1992 es aislada y señalada como una escritora maldita. De Elena se han dicho y escrito muchas cosas, se ha hablado de su locura, de haber sido mala esposa e incluso de una supuesta complicidad en el homicidio de Kennedy.
Fue muchos años después, que se le reconoce como la mejor escritora mexicana después de Sor Juana Inés de la Cruz.
