¿Batearemos arriba de 300?

Han pasado ya algunos días desde que AMLO tomó protesta como nuestro Presidente Constitucional, fue una larga lucha, una de largos años, donde estuvo a punto de ser encarcelado hace 10 años por supuestamente no acatar una orden judicial, el caso del llamado desafuero, donde le hicieron un fraude electoral que colocó a Calderón en el Ejecutivo, donde cerró durante días junto con ciudadanos la avenida Paseo de la Reforma para exigir un recuento de votos a la autoridad electoral, pero también donde tuvo como meta recorrer cada rincón del país. Esa meta significaría el detonante mediático y popular de nuestro actual Presidente, pues recorrió cada municipio de los 32 estados.

Su figura se fue impulsando por el contacto directo con la población, por su carisma, y desde luego, por sus causas. Identificado como un político de izquierda, el político tabasqueño siempre definió como origen de todas sus causas el principio aquel que dice “Por el bien de todos, primero los pobres.”

Intolerantes los personajes en el poder, desde el Ex Presidente Vicente Fox, hasta medios de comunicación alineados a intereses particulares, El peje, logró posicionarse como el único líder opositor en nuestro país respecto al establishment, respecto al sistema.

Y es que, los propios personajes que no toleraban su  figura e intentaron todo para derrocarlo, le hicieron campaña. Lo convirtieron en un mártir, las constantes campañas en su contra le dieron aún más legitimidad. Andrés Manuel colocó la agenda nacional, los temas a debatir, advirtió sobre lo que se avecinaba con Calderón y después con Peña, como si fuese un profeta, los últimos dos sexenios fueron un desastre económico y en materia de seguridad.

Las propuestas de Andrés Manuel fueron “Se los dije”, la ciudadanía con un hartazgo acumulado estos doce años, por escuchar desde día a día más casos de corrupción de los gobiernos, hasta resintiendo los efectos negativos de las reformas estructurales, como la energética, en los precios de la gasolina, gas y luz, y desde luego, viviendo día a día con el miedo de ser víctima de la delincuencia, formularon perfectamente el escenario para que AMLO fuese la opción, para algunos viable y para otros la menos peor.

El Presidente actual supo canalizar todo el hartazgo de la ciudadanía en sus múltiples discursos, logrando encarnar, en palabras suyas, los sentimientos del pueblo.

Ahora enfrentará muchos retos por delante, desde recuperar la confianza en las instituciones, en el Gobierno, hasta reducir muchos de los indicadores por los cuales la ciudadanía reclamó se solucionen en las urnas este pasado primero de julio, la pobreza, la inseguridad, la corrupción y la violencia, serán los temas a solucionar.

El planteamiento de AMLO es sencillo, modificar la política económica, al ser un político de izquierda, apostará por la intervención del Estado en la economía, siendo desde mi punto de vista, lo más acertado. La mejor política contra la inseguridad contra la pobreza y económica será la política social. Ya hemos sufrido 30 años un modelo mal aplicado, no fue un escenario idílico de competencia entre el sector privado, donde la ley de oferta y demanda es la máxima, se formaron oligopolios, degenerando completamente el sentido de este paradigma económico.

¿Podrá AMLO contra el Poder económico?