Uno de los entretenimientos adicionales que nos ofrece la televisión es una serie de programas que se pagan aparte y tienen una información más amplia de la presencia audiovisual. En ellas vemos películas completas, episodios seriados, crónicas de historietas y notas sobre hechos famosos que, gente anciana como yo, recuerda que tuvo noticias durante su infancia y adolescencia.
Todo lo que trajo el fin de la Segunda Guerra Mundial, la lucha anticomunista que desataron nuestros buenos vecinos, el papel que jugaron los países desarrollados que tenían materias primas indispensables para el desarrollo, como el petróleo, el zinc, las maderas, los metales y todo aquello que necesitaba una industria que ahora también se enfocaba a producir artículos para mejorar la vida de los grupos sociales y no solamente artículos bélicos.
Las investigaciones realizadas durante la guerra crearon una cantidad infinita de artículos que mejoraron las condiciones de vida de los pueblos, que en un principio estuvieron dedicadas a la industria de guerra, pero una vez que se venció a los países del eje Alemania, Italia y Japón, estos artículos se empezaron a producir para las sociedades civiles y su comercialización.
Una gran parte de esas producciones editoriales, al menos las que yo veo nos demuestran como después de la II Guerra y hasta ahora, en este siglo XXI, los Estados Unidos intervienen en la vida pública y política de los gobiernos periféricos para orientar su desarrollo y tener gobiernos afines a sus objetivos La intervención en el Medio, Cercano y Lejano Oriente y en América latina ha sido una constante en los últimos siglos que tenemos en “paz”. Golpes de estado, asonadas cambios bruscos de gobierno, gobiernos militares y todo tipo de manifestaciones son las que hemos vivido y en muchos casos sufrido.
Lo que a mí me sorprende un poco, es el cinismo y la desvergüenza de mostrarnos cómo actúan los organismos del gobierno americano, CIA; FBI y una serie infinita de organizaciones del ejercito que se encarga de acciones especiales en otros países, de las cuales no se entera ni el mismo presidente de los Estados Unidos.
El Gobierno en su conjunto es tan grande y se ha especializado tanto, que los organismos que existen para controlar a los países y al mundo superan en mucho a los que trabajan en acciones internas en los EEUU. Para empezar, no hay país en el mundo que no cuente con una serie de agentes encubiertos de los Estados Unidos que están atentos a las decisiones que toman los gobiernos locales, corrigen lo que no les parece y en el último de los casos intervienen con acciones políticas, en la reorientación del rumbo las decisiones políticas de los gobiernos nativos.
Muchas veces no solo corrigen en lo que ellos no están a de acuerdo con las políticas internas de los países, en muchos casos cuando se están diseñado las políticas públicas dan las líneas generales a los gobiernos a través de una serie de organismos internacionales, como la OEA, la CEPAL y cientos más que en América se ostentan como fieles servidoras del gobierno americano. Tenemos la Organización de “Mexicanos por la democracia” que dirigen los Claudios X. González que publica y abiertamente reciben dólares de algunos organismos americanos que emplean en pagar campañas en contra del gobierno de México. Acción de la cual se ha quejado México sin recibir ninguna respuesta oficial. Sin buscar encontramos el intervencionismo más brutal y descarado que existe de los Estados Unidos a Nuestro país y a todos los países que en la división del mundo les toco vigilar. Para los incrédulos les recomiendo atender esas series contra el terrorismo que se ven en la televisión y que lo único que demuestran es la división que existe actualmente en el mundo y la forma como cuidan sus intereses los Estados Unidos. También es cierto que tenemos Ucrania que es otra forma de control que tienen los antiguos soviéticos y que sin duda alguno están en una etapa de control que ya superamos hace tiempo. Pero mal de muchos, consuelo de tontos, cada país debe de ser soberano y libre para tomar sus decisiones y no depender de las políticas globales que les impongan. Situación casi imposible en estos tiempos en que vivimos un mundo dividido, cuidado por dos superpotencias y con ejemplos claros de cómo se interviene en la vida de los pueblos. Fin
