Mientras en los Estados Unidos de América se debaten en una elección reñida, y que llevará al país vecino a una división que puede llegar, exagerando por mi parte, a una catástrofe social sin precedentes en la historia de esa nación, en México tenemos en materia electoral un sistema democrático sólido, es decir a una institución que organiza y lleva a buen fin en forma clara, las elecciones en los tres niveles de gobierno.
Me refiero al instituto Nacional Electoral, INE por sus iniciales.
En cambio en USA, tienen 50 sistemas, uno por cada entidad federativa, que implica una diversidad de enredos de formas de votar incluso por correo y en forma adelantado a la fecha constitucional, en tal modo que dificulta el conteo general en una elección presidencial.
Aquella elección, nos debe llevar a conservar y apreciar una institución modelo, y muchas más que han costado años de esfuerzo, por lo que la lección es no destruir solo por el hecho de cambiar lo que está bien, y si acaso se comete un error, corregirlo en lo particular y no aplicar medidas generalizadas y a raja tabla.
El comentario se debió y se puede aplicar a varios temas como los fideicomiso, las guarderías, el Seguro Popular, la compra y distribución de medicinas y otros, y no para centralizar los sistemas, y claro, si existían actos de corrupción, castigarlos e impedirlos, conservar lo bueno y eliminar los defectos pero de ninguna manera, insisto, destruir para imponer nuevos sistemas sin probar.
Yo también soy Pueblo
Por allí nos encontraremos
