Más allá del feminismo: Simone de Beauvoir
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Más allá del feminismo: Simone de Beauvoir

 


“Ser libre es querer la libertad de los demás”
-Simone de Beauvoir

El 14 de abril de 1986, a un día de cumplirse el sexto aniversario luctuoso de Jean Paul Sartré, la muerte alcanzaría a Simone de Beauvoir, como cumpliendo un plazo para prolongarlos (aunque en vida no lo quisieran), más allá de esta existencia.
Simone de Beauvoir, escritora y filosofa existencialista, dramaturga, ensayista, y catedrática, es conocida principalmente por su aporte teórico al movimiento feminista, realizado en su colosal obra: El segundo sexo (1949). Pero en la realidad, la producción literaria de Simone, es amplia y exquisita, y en especial fundamental en la influencia de diversos frentes de desarrollo del pensamiento del siglo XX.
Nace en París el 9 de enero de 1908, en el seno de una familia burgués. Sus padres fueron Georges Bertrand de Beauvoir, abogado, y Françoise Brasseur, su padre, la familiariza con las grandes obras de la literatura y la impulsa a escribir. Desde pequeña Simone se propone ser escritora, y la escritura se convierte en su proyecto esencial, en el medio con el que comprende la vida y puede contarla. Gran parte de su niñez la vivió influenciada por el catolicismo de su madre y estudió en un colegio religioso para complacerla. Sin embargo a los 14 años decide, decide ser atea, más adelante en su autobiografía diría que “Dios era una idea abstracta, de la que una tarde decidí deshacerme”
En el año de 1926, mientras se prepara para sus exámenes de ingreso a la universidad, se asocia al movimiento socialista, y en Soborna, asiste a cursos de literatura y filosofía. En 1929, obtiene el título en Letras, y la par se convierte en profesora de agregación, con lo que se convertiría en la estudiante más joven en ostentar ese cargo en Francia. Sin embargo, es en su etapa universitaria donde se da cuenta de una alteridad disfuncional que beneficiaba a los hombres en todos los campos de las ciencias, lo cual comprueba con un trabajo de investigación. Durante ese mismo año conocería a Jean Paul Sartre. En 1943 deja el trabajo como profesora para dedicarse por entero a la escritura, durante esos meses publicará “La invitada”, novela en la describiría su relación en un triángulo amoroso con Sartre y una alumna de origen ruso. Al año siguiente aparece Le Sang des autres (La sangre de los otros), en la que debate la cuestión de la responsabilidad de un intelectual en tiempos de guerra y dos años más tarde como siempre pensando en la guerra y la resistencia publica “Todos los hombres son mortales”.
En “La mujer rota” (1968) cuestiona la forma de vivir de ciertas mujeres, que aceptan un sometimiento, al que definirá como Mala fe, concepto que es fundamental en el existencialismo. La imagen de Simone quedará ligada de por vida a uno de sus libros más transcendentes y polémicos “El segundo sexo” (1949) con él que llegaría la segunda ola del feminismo, su antecedente, la primera ola sufragista, le había dado voto a la mujer. En esta obra, afirma que la lucha feminista es una lucha paralela a la lucha de clases, una idea que la vincula al pensamiento marxista. Aquí también expone la educación que reciben las mujeres y los hombres, en la cual solo al varón se la inculca la independencia económica. De Beauvoir afirma entonces que “no se nace siendo mujer, se llega a serlo”, que el instinto femenino no es más que una construcción social, y cambia el concepto por sensibilidad feminista. Crea ligada al marxismo, un concepto llamado “Conciencia de feminista”, como la “Conciencia de Clase”, la cual se genera con una visión política sobre las mujeres.
De Beauvoir, tiene una larga lista de libros y ensayos publicados, tantos que, describir cada uno en unas líneas resulta una tarea imposible. Sin embargo, la única forma de entender su pensamiento es leyendo su proceso de construcción desde la niñez hasta la vejez, en el que ella misma es la materia de su escritura, con cada libro ella se redefine, se libera y se determina. Para poder emitir un criterio sobre la lucha feminista radical que mantuvo los últimos años de su vida, es importante saber que, antes de ser feminista, Simone fue una mujer de izquierda, irreverente y comunista.