Fratelli tutti
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Fratelli tutti

 


  • ¿Encíclica o manifiesto?

El pasado 3 de octubre, en la misma cuna de San Francisco, Asís, el papa Francisco suscribió una carta encíclica, publicada al día siguiente, en la festividad del “Mínimo y dulce”, como lo llamó el poeta Rubén Darío.

Una encíclica debe ser un documento pontificio de gran fuerza, dirigido formalmente a los obispos de toda la Iglesia y sus fieles. No es canónico ni dogmático, pero debe estar inspirado en el Evangelio, sujeto a la doctrina y fundarse en asuntos del mundo que afectan a la grey católica, o que pudieran poner en riesgo la fe. En esta ocasión, Jorge Mario Bergoglio dijo que se inspiraba en un documento franciscano que inicia “Fratelli tutti” (hermanos todos) y con escasas referencias neotestamentarias, salvo la parábola del buen samaritano, descrita en San Lucas 10:29-37, cuyo ejemplo reitera a lo largo de los 287 párrafos que contiene la encíclica.

Ese documento ha dado lugar a controversias y discusiones, incluyendo, por parte de dignatarios del clero mismo, duras críticas por un abierto contenido alejado de lo que debió ser una búsqueda de la consolidación de la Iglesia y un obligado ejercicio de evangelización y conversión. A cambio de ello, Fratelli tutti se ocupa a profundidad del reforzamiento de los lazos de fraternidad e igualdad con las naciones y todas las religiones (consecuente con el documento conciliar Nostra Aetate sobre el diálogo interreligioso). Pero principalmente Fratelli tutti es una admonición política por su exhorto a las naciones para el logro de paz y de unidad. Incurre duramente en críticas a la desmedida ambición pecuniaria del mundo actual y condena tanto al neoliberalismo cuanto al populismo. Bergoglio, por su experiencia en su patria, Argentina, sabe de esos temas, vivió el peronismo, germen del populismo latinoamericano, las dictaduras militares, la brutal represión, una guerra absurda y el sufrimiento del pueblo.

Fratelli tutti es en realidad un manifiesto laico que propone reglas nuevas y viejas para el gobierno mundial. Pero visto de fondo, el mensaje va dirigido sólo a los gobiernos de Occidente. En materia religiosa se refiere amablemente al islam, ya que exalta la supuesta buena fe del Gran Imán Ahmed Muhammad el-Tayeb, pero no menciona Francisco que, en Europa y América, se permite libremente la práctica religiosa musulmana, en cambio en las naciones árabes no se permite, en absoluto, la existencia de templos cristianos y el cristianismo es perseguido brutalmente: la fe de Mahoma debe imponerse por la yihad.

Dado su carácter político, de la encíclica-manifiesto se pueden extraer frases que aluden a las circunstancias que vivimos hoy en México: “159. Hay líderes populares capaces de interpretar el sentir de un pueblo… Pero deriva en insano populismo cuando se convierte en la habilidad…para cautivar… con cualquier signo ideológico, al servicio de su proyecto personal y de su perpetuación en el poder. Otras veces busca sumar popularidad exacerbando las inclinaciones más bajas y egoístas de algunos sectores de la población. Esto se agrava cuando se convierte, con formas groseras o sutiles, en un avasallamiento de las instituciones y de la legalidad”. “161…«estoy lejos de proponer un populismo irresponsable…Por una parte, la superación de la inequidad supone el desarrollo económico, aprovechando las posibilidades de cada región y asegurando así una equidad sustentable.

Por otra parte, «los planes asistenciales, que atienden ciertas urgencias, sólo deberían pensarse como respuestas pasajeras». “162… Por ello insisto en que «ayudar a los pobres con dinero debe ser siempre una solución provisoria (provisional) para resolver urgencias. El gran objetivo debería ser siempre permitirles una vida digna a través del trabajo»; “163…Sin embargo, aquí se crea una polarización innecesaria…son categorías puramente míticas o románticas que excluyan o desprecien la organización social, la ciencia y las instituciones de la sociedad civil266…Existe la tendencia a construir deliberadamente enemigos: figuras estereotipadas, que concentran en sí mismas todas las características que la sociedad percibe o interpreta como peligrosas.”

(Continuará)