¿Usted por quién votaría?
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¿Usted por quién votaría?

 


Hemos de considerar, que en cuestiones de política o mejor dicho en la forma en que lo entienden los políticos, hay un “pre candidato” que desde hace ya algunos meses lleva la ventaja para hacerse de la tan anhelada silla que muchos quieren, para ejercer poder sobre un pueblo ávido de “pan y circo”; hoy pareciera que se le apuesta a quién tenga la varita mágica que pueda resolver todos problemas sin que el pueblo mueva un solo dedo.
No se necesita ser estadista, curador de datos, experto en big data o gurú de política para saber que López Obrador, va arriba de las encuestas y que sus oponentes no han llegado más que a disminuir unos cuantos puntos en sus avances desesperados por lograr alcanzarlo.
No crean que mis preferencias están por éste personaje, cuyo marketing inteligente, se basa en encontrar las desatenciones de los actuales gobiernos estatales, municipales y federal que dicho sea de paso, han hecho todo por hacer que la ciudadanía esté harta de sus corruptelas y mentiras, he de suponer, que cada dato que emiten los gobiernos en turno, se interpreta de forma negativa, porque de eso se alimenta éste partido, nos pone el dedo en la llaga y culpar a quién esté en contra de su campaña salvadora de un pueblo, que ciego y con hambre de justicia, busca como en las películas de Hollywood, una persona capaz de sacarnos de nuestra desgracia. Para ello sólo quiero recordarles el capítulo de Gabino y sus secuaces, que dejaron un estado que se entregó a esa forma de hacer política y hoy día sufrimos las consecuencias al no tener ni progreso ni paz.
Si volteáramos a ver sus contrincantes, pues no hay mucho que ayude a evitar el triunfo del populista antes mencionado, en el ejemplo de Ricardo Anaya, la forma en como lo hicieron ver en la “pre” candidatura de su partido, es algo que la mayoría de los ciudadanos no aceptamos, nos recuerda al automovilista que se mete a fuerza en el arroyo vehicular a sabiendas que estamos aplicando el uno por uno, nos recuerda pues al que se mete en la fila con el descaro de alterar el orden y aunque no parece ser un mal candidato, no logra levantar en las preferencias de los ciudadanos a pie.
En el caso de Meade, sin ser un personaje creado en el seno de los partidos políticos, ha ganado la preferencia del partido que más ha estado en el poder, se ve que hubo análisis del candidato que iban a lanzar como estandarte del PRI, tenía que ser alguien que no fuera político, pues ya estamos hartos de ellos o mejor dicho de sus abusos en el poder, consideramos muchos que al igual es buen candidato, pero le hace falta fuerza para lograr la preferencia de la audiencia, perdón quise decir, de los ciudadanos.
Cualquiera de los tres precandidatos o bien de los independientes que ya no se sabe si van o no van, tienen una tarea muy complicada por resolver, ya que alimentan con sus mensajes el odio a las instituciones, logrando encontrar a personas insatisfechas con la sangre envenenada, que buscan a través de redes sociales y medios de comunicación el eco de un pueblo que ya no quiere seguir con violencia, abuso y negligencia de quienes cuidan el orden; que pasará cuando López Obrador gane la presidencia, ¿usted cree que se acabará mágicamente todo esto? Y si así fuera, que disminuyeran los índices de violencia de inmediato, ¿no pensaría que ellos mismos ayudaron a lo largo de los años a vivir en este estado de las cosas?
Es difícil que se logre quitar de la mente del votante la forma tan absurda en cómo han construido su imagen los políticos, por ello la campaña de “ya sabes quién” posiciona al candidato en el otro extremo de ellos (como si no fueran los mismos), para poder señalarlos y ganar más adeptos, pero ojo, está recibiendo a cuanto politiquillo se le arrime y eso podría hacer que la “mafia del poder”, se apodere de su imagen y todo aquello que ha construido en la repugnancia de los otros partidos lo traiga colgado del suyo, para convertirse en un lastre, sólo por aceptar de todas las corrientes y les perdone sus pecados.
Los otros dos candidatos Anaya y Meade, dividieron el voto de lo que ahora es la oposición y así es complicado que puedan lograr un triunfo.
En fin, si las elecciones son como deben ser y los hackers que se aparecen en todas las elecciones, no lograr su cometido de hacer ganador a quien pague más, considere, a quién de los candidatos le gustaría ver encontrando soluciones con el país vecino -que hizo un ejercicio de “haber qué pasa” decidiéndose por Donald Trump-, al lado también del primer ministro canadiense Justin Trudeau o realizando labores comerciales con el presidente de China Xi Jinping.
Insisto que quién llegue a ocupar esa silla, no podrá detener el andamiaje de pobreza, violencia e injusticia que opera en nuestro México, no depende de un grupo de políticos que esto cambie, depende de nosotros mismos con nuestras formas de vivir, de prepararnos, de actuar en bien de todos, en realidad, no deberíamos darle tanto poder a los políticos, a quienes les pagamos con nuestros impuestos, esos puestos deberían ser para aquellos doctos especialistas que viven en nuestras comunidades y desean ver mejor a sus ciudadanos, que realmente se interesen por la niñez para lograr tener educación de calidad con enfoque en el respeto, en el bien común, en la consciencia social de quien se jacta de estar orgulloso de su tierra y sus ancestros, de capacitar a personas que contribuyan al bienestar de todos, no solo dándoles dinero, como les pasa a grupos de indígenas que ya encontraron su mina de oro, al poner sólo la mano y se agradecería que ganaran dinero por su esfuerzo y ayudando otros para ir creciendo, no sólo en lo económico, también lo social.
Triste utopía, de querer ver mejor a su pueblo, si lo que se quiere no siempre coincide con lo que se tiene, la avaricia y envidia invade nuestros pensamientos, buscando tener más que el otro, presa del consumismo o simplemente por el hecho de saborear las mieles del poder ¡Es cuanto!
twitter@g_vasquez