Mientras se quiera usar al pueblo con la salud pública esta maniobra estará destinada al fracaso pues es criminal jugar con la salud popular y más cuando se trata de unos de los sectores más vulnerables de la sociedad como son las personas adultas mayores que desde hace tres días han sido engañados con la aplicación de una vacuna que nunca llegó y mientras se mezcle la política con la salud pública el fracaso es inminente, pues se ha agredido a un sector totalmente desprotegido con el que han jugado y lesionado profundamente; La aparente responsable de esta “flamante” acción es la súper delegada de la Secretaría del Bienestar Nancy Ortiz Cabrera que se dice coordinó este verdadero “desmadre” auxiliada o en complicidad de los servidores de la nación que no solo demostraron su incapacidad e ineptitud por su notable éxito en su voraz actitud de controlar a los seniles demandantes para capitalizar su voto para la cuarta transformación. El clamor popular así como la irritación social se expresó en forma iracunda en varios puntos de la ciudad, en donde se engañó al pueblo con la famosa vacuna tan esperada y que nunca llegó. En especial la ira explotó con sus autoridades al frente que airados reprochaban esta burla. Los servicios de salud del estado insinuaron que ellos no intervinieron para nada en esta malograda vacunación y que ignoran cuál es la dosis que tienen que aplicar, ni la marca de la vacuna que aplicaron, no sabían nada.
Es inaudito que la Cuarta Transformación (4T) encabezada por el Presidente López Obrador estén empecinados en canjear vacunas por votos y eso es censurable pues se está jugando con la vida del pueblo y en especial de las personas de la tercera edad que de por sí no suelen valerse por sí mismos. Dentro de las una y mil razones del fracaso de la vacunación fue porque se les dio prioridad “a los servidores de la nación” que se aplicaron la vacuna que debería ser solo para personas de 60 años o más, aparte que se le aplicaron a familiares y amigos de cualquier edad y no hubo coordinación alguna. Rotundo fracaso.
