Oaxaca, víctima de la ingobernabilidad…

Este gobierno se ha caracterizado por reiterar constantemente que en Oaxaca hay paz, armonía social, orden, seguridad y progreso, y, sin embargo, no hay día en nuestra entidad en que no se manifieste la polarización social, la anarquía, el desorden, la ilegalidad y la violencia.
Debemos de saber que la gobernabilidad que tanto pregonan nuestras autoridades, se define como la razonable capacidad de mando, de conducción política y de disciplina democrática que puede alcanzar una sociedad, y ello se evidencia como un estado de equilibrio dinámico entre las demandas sociales y la capacidad de respuesta gubernamental.
Una labor, en donde la legalidad y el orden son esenciales para lograrlo. Y precisamente, ahí ha estado el meollo del asunto, en la capacidad de respuesta gubernamental.
Para nadie es un secreto que la ingobernabilidad se ha manifestado en casi todos los gobiernos, desde 1970 a la fecha. Empero, las habilidades del gobierno y sus negligencias o incapacidades, son las que han definido la paz y armonía social en Oaxaca.
Hoy tenemos un secretario General de Gobierno experimentado, lleva más de 10 años desempeñando el mismo cargo en diferentes sexenios, se puede decir que Héctor Annuar Mafud es el más experimentado en los menesteres políticos de la entidad. Entonces, ¿Por qué tanta inestabilidad política, problemas agrarios, de límites, de posesión de la tierra, reclamos sociales, marchas, plantones, robos, secuestros de camiones y casetas de cobro, anarquía y violencia en Oaxaca?
Definitivamente, una de las causas es el crecimiento demográfico en los grandes asentamientos humanos, en donde se supone existen servicios y oportunidades de trabajo, pero la negligencia y corrupción oficial han creado monstruos de anarquía que todos los días asolan a los oaxaqueños. Desde el secuestro de casetas y autobuses por los normalistas, hasta los bloqueos de carreteras y calles, impidiendo el libre tránsito, en donde se utilizan mujeres y niños o de maestros jubilados a los que no les cabe la conciencia de que sus peticiones son fuera de lugar e irresponsables.
¿Debemos de acostumbrarnos a ver todos los días enfrentamientos, emboscadas, muertos y heridos por nuestras calles, en la periferia de la capital del estado o en comunidades infestadas de drogas y enervantes?
El pasado martes vivimos una balacera en las faldas del cerro de Monte Albán, en donde policías municipales, estatales y hasta de la Guardia Nacional, se enfrentaron con comuneros que fueron desalojados por grupos de embozados manipulados por una Comisariado Ejidal, que pretendió aplicar su ley y un derecho conferido ¿por quién? No se sabe, como tampoco se sabe el trasfondo de los conflictos en la zona triqui, en los Coatlanes, en Juquila o en la zona de Los Chimalapas.
Todo queda en el historial de una Secretaría General de Gobierno, que sólo sabe crear mesas de dialogo, para negociar soluciones, no para aplicar los recursos legales competentes en cada dilema. Así se han creado aberraciones sociales como la Sección 22 de la CNTE, el MULT, Antorcha Campesina, la CATEM y un sinfín de organizaciones y líderes que viven de la anarquía y del chantaje político.
Entonces, ¿cómo creerle a un gobernador que se pasea en un estrado espectacular como divo televisivo para decir que está cumpliendo a los oaxaqueños y que vivimos seguros y en armonía?
Oaxaca requiere acciones responsables, no poses que hacen perder más la confianza y credibilidad en nuestras autoridades. En este sexenio se ha ido de conflicto en conflicto y parece que todos nos damos cuenta de ello, menos nuestro gobernador.

Extractos políticos:
-Y ya tuvieron sus repercusiones los hechos violentos en las faldas de la zona arqueológica de Monte Albán, en donde hubo dos muertos en un desalojo de “aviadores”… Además de desalojar a los turistas, han cerrado la zona arqueológica hasta que se restablezca la calma… Cuestiones de la gobernabilidad oaxaqueña…
-Ahora resulta que el moreno senador, Ricardo Monreal, le dice a los panistas que “mandar al diablo a las instituciones” no es correcto, porque desconocen ediles y gobernadores blanquiazules el nombramiento de Rosario Piedra en la CNDH… Se le olvida a Monreal que, en el 2006, el propio AMLO dijo: “Al diablo con sus instituciones” al argüir fraude electoral… Hoy son las instituciones de AMLO las que los panistas mandan al diablo…

Vox clamantis.
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