La deidad

QUIEN conozca la historia de COREA DEL NORTE, la Corea Comunista, la que padece una brutal dictadura y la que está sumida en la pobreza (lo que contrasta con la Corea del Sur capitalista, la próspera, la desarrollada) sabe cómo logró su gobierno enraizar su control político y económico absoluto sobre sus gobernados.

UN ELEMENTO CLAVE estuvo en la educación, a los niños se les enseña que, su gobernante y “líder supremo” es una especie de deidad.

PRIMERO, se les enseña que siempre hay un malo en la película (los Estados Unidos, por ejemplo), que el máximo “líder” y gobernante coreano es “infalible” (claro, eso hacen creer), hablamos hoy del actual mandatario, Kim Jong-un. Pero éste es nieto del extinto “Presidente Eterno” de la República, Kim Il-sung, que tuvo el poder de 1948 hasta su muerte en 1994. Éste heredó el cargo a su hijo Kim Jong-il quien igual estuvo desde ese 1994 hasta 2011, año en que fallece. Desde entonces gobierna Kim Jong-un, el tercero de la dinastía.

LOS NIÑOS de Corea del Norte no conocen nada del mundo exterior, en su escuela les enseñan que su país es “perfecto”, que no hay nada mejor (al suprimir internet a la población, ésta, no tienen forma de conocer nada allende sus fronteras) les enseñan a mantener un respeto desmesurado por sus líderes, les dicen que tienen que acatar lo que su líder máximo les dicta, que nada hay más sagrado que la palabra del susodicho. En general, la población no puede leer con libertad, solo hay literatura oficial, suelen solo escuchar música patriótica, nada de cine ajeno a lo permitido por su élite gobernante.

EN COREA del Norte rendir homenaje a los líderes y hacerles reverencias es el deporte nacional, esto quedó también documentado en una serie de videos (intitulados viaje a Corea del Norte) que hizo el youtuber conocido como Alex Tienda.

DESDE que llegó la dinastía gobernante actual, se suprimió todo conocimiento, toda información, la prensa solo informa sobre la “grandiosidad del líder”, sobre las obras que inaugura, sobre el origen casi “divino” de su dinastía.

EN esta dictadura, no hay forma de vestirse de acuerdo a los gustos particulares, no hay forma de cortarse el cabello más que, de acuerdo a los cortes autorizados por el gobierno, no se puede viajar por el país, menos salir de éste. No se puede elegir ni la casa, ni la localidad en la que uno desea vivir ¿Partidos políticos? En realidad, sólo hay uno.

A LOS EXTRANJEROS no se les permite “conocer” el país, no pueden recorrerlo si no es con guías que les van narrando las “maravillas” de su gobierno, les platican de lo felices que viven sus gobernados, los llevan solo a los lugares planeados para mostrar al turista y les cuentan de la gran dicha que sienten de su clase gobernante, lo que NO  les dicen es por qué NO pueden viajar más allá de la fachada que muestran al exterior, por qué no pueden conocer los barrios, las poblaciones del interior, de la verdadera nación, una nación hambrienta, empobrecida que yace en la miseria y la opresión. Algunos norcoreanos que han escapado de su país, es lo que confirman.

¿CÓMO es eso posible? Gracias al control que se tiene sobre las masas, control enraizado sembrando en los infantes una educación donde a los niños se les enseña a adorar a su líder máximo, a rendirle genuflexión en todo momento, a reconocer que solo el líder tiene la razón, los libros les enseñan esa sumisión, esa adoración que deben practicar, un conformismo demencial es el que impera.

POR ESO, en ESCAPARATE POLÍTICO hemos hecho reflexión sobre el sentido que quiere dar el MITÓMANO de Macuspana a la educación, lo descrito acerca de Corea del Norte es apenas un asomo de los planes que harán con México y con nuestros educandos, si no se frena el inicio de clases con los nuevos libros de texto ENAJENANTES. Libros que pretenden dibujarnos un mundo perfecto que no existe y poco a poco, quitar el criterio propio de las mentes de los mexicanos. Legalmente estos materiales no pueden ser distribuidos, pero ya ven la ley es lo que menos cuenta ahora en este país. Si el presidente desacata las leyes ¿quién puede obligarlo a hacerlo? Las instituciones, pero si éstas se han ido borrando ¿qué quedará? La voluntad de un solo hombre y al rato, la de sus sucesores. Estamos advertidos.

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