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En su desesperación por mantenerse en el poder y recuperar algo de la confianza entre los juchitecos que ya los abominan, los sempiternos caciques de la COCEI, recurren a sus desgastadas medidas de presión.
Algunas organizaciones “sociales” que viven del chantaje político, fueron convocados por los capos de la COCEI (Héctor y Gloria Sánchez, Leopoldo de Gyes, los hermanos López, entre otros), para insistir en algo que significa su supervivencia política: manejar los apoyos humanitarios que llegan al Istmo.
Aunque esto es imposible por el gran desprestigio que se han ganado los partidos políticos, entre ellos los que tripulan a la COCEI (PRD, PT y ahora MORENA) y esta misma organización, veamos lo que dicen, entre otras cosas, en carta dirigida al presidente de la República.
“…Es muy indignante enterarnos de que, ante la desgracia, se recurra a criterios políticos para detener la enorme avalancha de solidaridad que diversos sectores de la sociedad mexicana, han desplegado. Por ello, reprobamos de manera enérgica, que se desvíe el apoyo que va dirigido a un destinatario(a) concreto a quien le han confiado la distribución de la ayuda. Rechazamos también la serie de incidentes que se han reportado entre Fuerzas Federales y del Ejército Mexicano, que obstaculizan o impiden el paso de la ayuda de manera directa a la población damnificada”. (Aquí he comentado que por la poca confiabilidad de la PFP por sus ligas con la delincuencia, el Ejército mexicano ha recibido la orden de mantener control absoluto para canalizar adecuadamente la ayuda humanitaria).
No es extraño que en esa carta que, según mis fuentes, fue autorizada por Gloria Sánchez y su hermano Héctor; se haga mención del incidente entre mandos militares y agentes de la PFP que escoltaban un cargamento de despensas que, supuestamente, enviaron universitarios de un estado del norte e iban a repartir a determinadas colonias que controla la COCEI.
“Dichos incidentes han tenido varios niveles de agresión (refieren caso que ocurrió en una carretera de Puebla) para quienes llegan de manera solidaria y que por temor a represalias, no han sido formalmente denunciados; no son casos aislados, ni unos cuantos ¿Cuál es la seguridad que ofrecen los gobiernos, para que el pueblo pueda trasladar y entregar la solidaridad sin arriesgar su seguridad, integridad y su vida? Exigimos garantías para que el apoyo llegue a donde los donantes lo han decidido”. (Sólo les faltó decir que se les entregue a ellos).
Apegados a su línea de sembrar anarquía, amenazar y aterrorizar para lograr sus fines, hoy la COCEI no es diferente. No quiere perder la oportunidad de sacar tajada de la desgracia de sus coterráneos. Desde que sus métodos enriquecieron sin límite a sus líderes, no han variado. Hicieron quebrar financieramente instituciones como el Banrural y siguen acosando a todas las instituciones de gobierno con peticiones absurdas. Ahuyentan con sus coacciones a empresas y siguen extorsionando a las pocas que arriesgan sus inversiones en ese territorio. Verdaderos depredadores. A casi medio siglo de que la COCEI se enseñoreo en el poder municipal, Juchitán camina como los cangrejos. Entre la pobreza creciente, delincuencia apabullante, invasión de predios, extorsiones y ahora las calamidades de la naturaleza, ese pueblo padece lo indecible.
Es tal avidez de lucrar políticamente entre los escombros de la tragedia de los huracanes y terremotos que han azotado el Istmo de Tehuantepec, principalmente Juchitán, que, aún en medio de la catástrofe, insisten en sus prácticas anti políticas, cuasi delincuenciales, para seguir en el poder. El historial de la COCEI se sustenta en la depredación y el chantaje político de sus sempiternos líderes. Con sus extorsiones y actos de presión a base de secuestros, bloqueos de calles, carreteras, han convertido a Juchitán en uno de los municipios de mayor pobreza, sin desarrollo y con los más altos índices de inseguridad.
Como preludio de las protestas que preparan, ya citan lo que podrían ser pretextos. “Cuestionamos las cifras que se ofrecen sobre las viviendas afectadas, de 31 mil 519, cuando hay comunidades en la región donde no se ha presentado alguna autoridad a levantar el censo, o casos en donde no fue concluido el conteo”.
Lo propios juchitecos no descartan que, cuando amainen los efectos del desastre y se retiren las fuerzas federales, pudiera incrementarse la delincuencia. Entonces, la COCEI moverá a su clientela política, decenas de grupos forasteros de toda calaña, maras de Centroamérica, bandas delincuenciales con mototaxis, paracaidistas. Todos exigirán casa nueva, compensaciones. La barahúnda. Detrás estará azuzando un “Peje” AMLO.

EL SALTO DEL CHAPULÍN
Mientras los gobiernos, federal y estatal, no acoten la intromisión salvaje del grupo caciquil de “los chapos” (los ex rectores Abraham Martínez y su hijo Eduardo) y sus sicarios, en la Universidad Benito Juárez, esta institución no levantará cabeza.
Revelada la gran cantidad de dinero desviado del presupuesto, obliga a una acción contundente de la ley.
La Contraloría revisa pagos sospechosos de lavado de dinero y ha encontrado algunas sorpresas. Por ejemplo, las “prestaciones” que recibió el Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Universidad (Steuabjo) durante la pasada administración. Los auditores levantan las cejas al conocer los números de una transacción millonaria, aún sin comprobar. El dinero fue a parar a las bolsas del ex secretario general de ese gremio y al mismo tiempo fugaz diputado local plurinominal por el PRD, José Antonio Rivera Ramos. La transacción no se ha podido justificar ante la negativa del dirigente de marras y funcionarios, en ese tiempo, de la Secretaría de Administración universitaria.
Estos funcionarios universitarios son cómplices en otros enjuagues. Por ejemplo, son los mismos que este año negociaron la “toma de nota” por parte de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, en favor del sindicato del tal Rivera. Entre los engendros que agobian a la UABJO, está este sindicato, sexto en la lista de gremios de trabajadores universitarios. Lo dirige un tal Amado Miguel Wilches Ramiro pero el dueño del negocio es el eterno Silviano Cabrera.

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