¡Viva la honestidad!

Todo indica que con el presidente municipal Oswaldo García Jarquín, en Oaxaca de Juárez se ahogó el grito de ¡Viva la Honestidad! que, eufórico, incluyó el presidente López Obrador en su arenga del pasado día quince. 

El combate a la corrupción marca la primicia en la política del partido Morena. Así lo ha expresado tercamente el mismo AMLO en Oaxaca, pero -oh ironía- es en esta ciudad donde, con sus acciones, la autoridad municipal quiere eclipsar esa tarea que tantos aplausos le han merecido al jefe de la nación. 

Socavar la colosal tarea lopezobradorista contra la deshonestidad como lo hace el edil Oswaldo, significa una maquinación anti-política condenable. No es cualquier cosa, se trata de la principal bandera del presidente que ha marcado sus distinciones políticas en Oaxaca con la visita número 25 en lo que va de su gobierno. Estoy seguro que tal actuación tendrá consecuencias. De no ser así, el mismo AMLO estaría falseando esa insignia: la honestidad.  

Algunos que saben bien de las auditorías municipales me dicen que, cuando menos, los primeros desvíos de recursos detectados pasan de los 350 millones de pesos. Es tal la resistencia de Oswaldo a rendir cuentas que -según me confirman fuentes confiables- ha dejado plantado en cuatro ocasiones al presidente municipal electo Francisco Martínez Neri con quien había concertado reuniones técnicas para hablar de rendición de cuentas. Me dicen que basa su indiferencia en las supuestas influencias de su primo el gobernador de Nayarit, Antonio Echeverría García recién invitado a integrarse al equipo del presidente AMLO. 

 A eso se debe que, hasta el momento, se siga pitorreando hasta del congreso del estado y de su entelequia conocida como Órgano Superior de Fiscalización del estado de Oaxaca. En la página electrónica de esta última dependencia sigue apareciendo el aviso de “municipio incumplido”. En lo que va de su trienio Oswaldo no ha rendido un solo informe de la cuenta pública ni ha cumplido con los informes administrativos trimestrales. Pero no solo eso, tiene la ciudad-capital literalmente destrozada, asquerosa, insegura pese a que maneja un presupuesto superior a los mil 200 millones de pesos. El acoso de proveedores que exigen pagos, hace que el edil se ausente permanentemente.

Su valemadrismo llega a tal grado que en lugar de atender las invitaciones del presidente municipal electo para empezar a poner las cuentas municipales en orden y el exhorto del congreso del estado para iniciar ya el proceso de entrega-recepción, se fue de paseo al extranjero acompañado de su fiel síndico Jorge Castro quien, por cierto, adquirió recientemente un automóvil de lujo Porsche.

Un gran desatino político de la 4T, sin duda. 

EL SALTO DEL CHAPULÍN      

Los que bien conocen del tema de “Los Espurios”, me dicen que, necesariamente, la carta pública que hicieron llegar al presidente López Obrador en su visita a Oaxaca organizaciones de abogados y organismos civiles contra la corrupción, necesariamente tendrá consecuencias. No hay que perder de vista la persistencia del primer mandatario en su lucha contra la corrupción en los tribunales, tanto de la Federación como del estado. 

Si de pronto no vemos consecuencias judiciales, es cuestión de esperar, me dicen. Aunque desde el congreso local algunos diputados insisten en torcer la ley para mantener intocado el coto de poder fáctico de “Los Espurios” en el Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca, es difícil que se salgan con la suya. Primero porque a mediados de noviembre se les acaba el fuero y, segundo, porque ya hay una demanda judicial en la PGR contra los dos diputados que insisten en perpetuar en el poder a los magistrados Ana Mireya Santos, René Hernández Reyes y Luis Enrique Cordero Aguilar.

A reserva de esperar las consecuencias legales por esta confabulación, en lo inmediato conocemos los nombres de ex diputados y funcionarios vergonzosamente involucrados. 

Dan a conocer, por ejemplo, los nombres de los ex diputados que convenencieramente designaron a esos magistrados al margen de la ley. Todo ha salido a la luz pública gracias a la orden dictada por un Tribunal federal. En el expediente 68372019 se lee:

“…que los exdiputados Adolfo Toledo Infanzón, Gerardo García Henestroza, Armando Demetrio Bohórquez Reyes, Santiago García Sandoval y Manuel Pérez Morales, (la mayoría con pésimos antecedentes políticos), integrantes de la mesa directiva del Congreso en el 2016, expidieron nombramiento de magistrado a Los espurios”. Dado que su nombramiento fue contra la Constitución, enfrentan denuncia penal por delitos federales. 

Resulta sospechosa la actuación de los diputados Noe Doroteo Castillejos del PT y Cesar Morales Niño expulsado del mismo partido por no entregar cuentas claras a su padre putativo “Carasucia”, Benjamín Robles. En el Morena lo rechazan. Los dos insisten en mantener en su puesto a los tres magistrados ilegítimos, en contra de la decisión de la Comisión de Justicia de no ratificarlos.   

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