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Mafia sindical

 


La semana pasada circuló en las redes sociales la foto de Wiliberto Toledo Piñón -eterno delegado sindical en la Fiscalía antes de renunciar para irse a otra organización- con una pancarta muy explicativa: “Quiero comer de las cuotas sindicales” ¿A que se refiere? A lo lucrativo que resulta hoy formar parte del grupo mafioso que controla el sindicato de burócratas del gobierno del estado.  

Revela también el tamaño de la ambición por el control de las cuotas sindicales que suman más de 15 millones de pesos mensuales, el tráfico de plazas, ascensos y muchas prebendas a que tienen derecho los agremiados de este sindicato que tiene salarios y prestaciones de primer mundo. 

A eso se debe que, sin importar la emergencia sanitaria por la pandemia, los capos que han usufructuado el poder estén conformando verdaderos grupos de choque y están movilizando a sus seguidores sin importar las medidas sanitarias. 

De un lado está el capo Joel Castillo, eterno aviador, incitando a Wiliberto Toledo Piñón, a Julian Estrada “El Potro” excandidato perdedor a la dirigencia; a Dagoberto Crespo delegado en la SSPO; a Guadalupe Castillo, delegada en el Poder Judicial; a Leticia Trujillo delegada en el DIF y otros 20 “huérfanos” que renunciaron al sindicato luego de que perdiera la planilla negra en la elección pasada. Intentaron hacer otro sindicato, pero al no tener éxito se quedaron como “el perro de las dos tortas”.

Lo raro de estos es que, aunque ya no pertenece al sindicato (Stepidceo) van tras el botín. No quieren que se toque el fondo de pensiones, piden 23 por ciento de aumento salarial, como si el estado estuviera en jauja y exigen lo que ellos, como dirigentes nunca hicieron: rendir cuentas de las cuotas sindicales. Saben que los van a ignorar, pero su objetivo es agitar para cobrar sin trabajar y otras prebendas. 

Como muestra de las canonjías de primer mundo que tienen estos mafiosos, les digo que los nueve miembros de la directiva, cada tres años, al concluir su cargo, se van a casa sin trabajar con sueldo íntegro hasta jubilarse o morir. Sus salarios también son de excepción. El nivel más bajo (A) percibe once mil pesos mensuales netos. El más alto 16 mil pesos, libre de descuentos. 

Llevan casi 6 meses sin trabajar, pero con sueldo puntual. De los burócratas jubilados su ingreso es de 15 mil a 22 mil pagados por mes adelantado. Estas son prestaciones de privilegio entre la clase obrera sin embargo los disidentes que encabeza Joel Castillo, piden solo por pedir. Su contraparte menciona, por ejemplo, el privilegio de su esposa Martha Cruz que se jubiló a los 45 años de edad con ingreso de 22 mil pesos mensuales.

Cada grupo dice y acusa. Por ejemplo, en esa reunión hubo críticas porque aunque Julián Estrada renunció al sindicato tiene unos 500 familiares y amigos trabajando en el gobierno (hijos, hermanos, tíos sobrinos, esposa, cuñados, etc.). 

LOS ADVERSARIOS 

Del otro lado está la corriente de Juan Ignacio Cruz Villavicencio actual dirigente del sindicato, su titiritero Juan Rafael Rosas Herrera y este también marioneta del Secretario de Administración Germán Espinoza quien, incluso, lo hizo funcionario del PRI cuando fue dirigente estatal. 

A este grupo la Pandemia tampoco los espanta y ordenan movilizaciones como lo hicieron en contra del titular del Registro Civil.   

VERDADEROS CAPOS 

La realidad es que el pelón Rosas (como le dijera mi amigo Chicho) igual que Joel Castillo Pérez no quieren perder el jugoso negocio. Éste último heredó el cargo a Rosas Herrera, pero terminaron disputando el control y de qué manera. Recurren a las amenazas, a las denuncias penales y hasta agresiones físicas contra los que se oponen a los capos.  

En los casi 50 años de vida del Stepidceo la bestia está más que obesa con unos trece mil burócratas de base. 

La defensa de sus representados ha pasado a segundo término. Lo primordial de los dirigentes de los diversos grupos, son sus prebendas personales. Es lo primero que blanden ante la proximidad de la renovación del contrato colectivo de trabajo que, al suspenderse en marzo pasado, por la pandemia deberá realizarse próximamente. El tema se complica porque se empatan las negociaciones laborales y la renovación de la dirigencia sindical en noviembre próximo.

Los capos de los chupatintas van con todo. Que nadie se atreva a restarles poder. Joel ya tiene listo a su títere José Arturo Sánchez, al mismo que hace tiempo vendió la plaza. Anhela imponerlo como nuevo dirigente para seguir cultivando su parcela de poder.

El Pelón Rosas y Juan Ignacio Cruz están trabajando para su “delfín” Alberto Hernández, actual delegado del DIF, pero también se dice catedrático de la UABJO ¿A qué horas trabaja? También está una dama, Rosario Bernal quien se dice apoyada por Germán Espinosa.

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