Manifestaciones sociales en América Latina
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Opinión

El hombre y su palabra

Manifestaciones sociales en América Latina

 


Las manifestaciones sociales, mayormente violentas, han sido el común denominador en las últimas semanas en América Latina. La gente ha salido a las calles y plazas públicas a expresar su inconformidad principalmente a los sistemas político y económico; sin importar si los gobiernos son de derecha o izquierda, si hay mayor o menor libre mercado, la población ha alzado la voz porque no se han resuelto problemas históricos o porque se están minando pequeñas conquistas de grupos que habían estado marginados.
En América Latina destaca el caso de Chile, nación que ha mantenido altos niveles de crecimiento económico, pero que no ha logrado disminuir las enormes diferencias socioeconómicas que prevalecen en su población, además de que cuenta con una clase política que no logra entender las dificultades que enfrentan las familias cada día. Después de varias semanas de protestas, los manifestantes no sólo han obligado al gobierno a implementar medidas para impulsar el desarrollo social, lo importante es que han trazado una ruta para crear una nueva Constitución.
Aparte de Chile, hemos visto manifestaciones en Ecuador, Colombia y Bolivia; mientras en los dos primeros las protestas han sido de carácter económico, principalmente por el recorte del gasto público, en Bolivia se han observado manifestaciones a favor y en contra del golpe de Estado a Evo Morales.
En México no se han presentado movilizaciones que tengan de fondo temas económicos o políticos, debido a que la elección de López Obrador logró darle un respiro a estos asuntos; sin embargo, en los últimos días las principales manifestaciones han venido de las mujeres. Ellas han expresado su hartazgo por la violencia y acoso que sufren. Y es que no puede ser de otra forma. Según la ONU, entre 9 y 10 mujeres son asesinadas cada día en nuestro país; de enero a octubre de este año se han registrado 833 feminicidios a nivel nacional, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública; una de cada tres mujeres ha experimentado algún tipo de violencia sexual, además, 7 de cada 10 agresiones que reciben son de índole sexual, esto incluye desde piropos hasta violaciones, según ONU Mujeres.
Lamentablemente, la intervención del gobierno en programas y acciones encaminadas a la prevención del acoso y la violencia, así como al castigo a agresores, no ha sido eficaz. El pasado 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia en Contra de las Mujeres, Abril Pérez Sagaón fue asesinada a disparos por dos sujetos que iban a bordo de una motocicleta, cuando se dirigía junto a sus hijos y abogado al aeropuerto de la Ciudad de México, después haber acudido a una audiencia por la custodia de los niños. Este caso generó una gran indignación, pues el probable responsable es su exesposo Juan Carlos García, quien en enero pasado fue denunciado, tras haber golpeado a Abril mientras dormía, además de que intentó cortarle el cuello con un bisturí; luego de haber sido procesado, el juez Federico Mosco lo liberó, tras reclasificar el delito de tentativa de feminicidio a violencia intrafamiliar. Hay que señalar que Mosco también liberó a Agustín “N”, un médico acusado de haber violado a una de sus pacientes.
Lo que pasó con Abril, así como con miles de mujeres de nuestro país, no podía menos que enfurecer a este grupo de la población, quienes están dejando de lado su temor y salen a las calles para visibilizar lo que a diario sufren. Es difícil comprender cómo existen personas que en vez de estar preocupadas por las víctimas de este sistema machista, prefieren alzar la voz para defender los espacios públicos. A mi parecer, quienes hoy piden que se respeten los espacios públicos y las formas de protestas, son los mismos que no toman enserio la violencia y acoso que viven las mujeres.
Las protestas que se han vivido en estos días en México y América Latina deben ser el inicio de transformaciones de fondo, difícilmente la gente soportará más soluciones superficiales.

*Alumno de economía, Uabjo.