Pemex en tres momentos
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Opinión

El hombre y su palabra

Pemex en tres momentos

 


La historia de Pemex no es la historia de los parti­dos políticos, tampoco es la historia de los presi­dentes del país. Acaso ¿hubo cambios significati­vos en Pemex con la llamada transición democrá­tica del PAN en el año 2000? ¿La reforma energética del 2013 respondió al interés del presidente en turno? Ambas preguntas se responden de forma negativa, y es que no son los presidentes ni los partidos políticos los que dirigen el rumbo de Pemex. Para tratar de entender los cambios que han ocurrido en la petrolera deben estudiarse los modelos económicos que han existido en México, los cuales serán presentados a continuación en tres momentos. El primer momento o modelo económico –patrón de acumulación para los marxistas– es el basado en la Indus­trialización por Sustitución de Importaciones (ISI), que va de los años cuarenta hasta principios de los setenta, su origen y desarrollo no se puede entender sin la expro­piación petrolera y la creación de Pemex, ambas en el año de 1938. Como su nombre lo indica, el modelo ISI tenía como objetivo que el país pasara de producir bienes de consumo a bienes de capital, por ello resultaba importan­te que el gobierno participara y fomentara la producción nacional, también que creara un marco legal para prote­ger y hacer más atractivas las mercancías del país con res­pecto a las del extranjero. Jaime Cárdenas, en el texto En defensa del petróleo (2009), señala que en este periodo la industria petrolera concentro las inversiones del estado, ya que representaba una fuente importante de divisas y Pemex era el principal contribuyente de hacienda; ade­más de que, el crecimiento del sector energético impac­tó de forma positiva otras áreas debido al desarrollo tec­nológico y científico que ahí se generaba.
El agotamiento del modelo de industrialización coinci­de con el descubrimiento del yacimiento de Cantarell en 1971, tal pozo fue uno de los más importantes del mun­do, con reservas de 40 mil millones de barriles de crudo. Parecía que el petróleo sería la clave para el desarrollo del país, si bien hubo inversiones hacia el sector éstas prove­nían de la contratación de deuda, además de que, Estados Unidos obligó al país a satisfacer su demanda. Es durante el gobierno de Echeverría cuando se eleva la tasa de inte­rés, impactando considerablemente a las economías en desarrollo. Mientras que, López Portillo hablaba de que ya había llegado el tiempo de “administrar la abundancia”, si bien Pemex aumentó su producción, los precios del petró­leo se mantuvieron bajos y para una economía petrolizada como la mexicana, significó la crisis.
Llegamos al segundo momento, aquí toca mencionar al modelo neoliberal y su vinculación con Pemex. Entre las características del modelo, que inició en los años ochenta, está la disminución de la intervención del gobierno en la economía, ahora cobra relevancia el mercado en la asigna­ción de bienes y servicios. Es claro que, en este nuevo mode­lo económico Pemex no podría seguir funcionando de la misma forma; los principales organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mun­dial señalaban y pedían una mayor apertura de la empresa y el sector. México podría hacer caso omiso de estas reco­mendaciones, sin embargo, han sido estos organismos los que han financiado al país en épocas de crisis.
El tercer momento corresponde a la actualidad, y es que el gobierno ha señalado que es diferente a sus anteceso­res, ha descalificado las medidas tomadas por éstos y ha dicho que va echar atrás todas las reformas. Hasta ahora, ha dado pasos importantes en la lucha contra el robo de combustible, y el pasado 15 de febrero anunció una serie de medidas que consisten en la inyección de recursos por par­te del gobierno para sanear las finanzas de Pemex. Ahora bien, ¿volverá Pemex a ser la fuente principal de ingresos? La respuesta es que no, ya que primero deben corregirse los problemas que existen dentro de ella, como la corrup­ción y robo de combustible, después, debe invertirse en la modernización y ampliación industrial. Por otra par­te, ¿estamos frente a un nuevo modelo económico? Has­ta ahora no hay una respuesta clara, ya que López Obra­dor no representa a los capitales internacionales, pero sí a los capitales internos como Salinas Pliego, Alfonso Romo, Miguel Torruco Márques, entre otros. Sin lugar a dudas, en estos primeros dos meses de gobierno se han realizado acciones relevantes: combate contra el robo de combusti­ble, incremento del salario mínimo, cancelación del aero­puerto de Texcoco, entre otras., pero es muy pronto para anunciar que sí estamos ante un nuevo modelo de desa­rrollo económico.