Desgracia

No cabe duda que las sarta de mentiras y la larga carrera de errores equivocaciones de la Cuarta Transformación (4T) nos está llevando al fracaso total y al hundimiento de las instituciones que sostienen a un otrora país progresista o que, por lo menos, marchaba lentamente a su progreso, a dos años de distancia del inicio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, solo se ha venido trabajando de fracaso en fracaso y de mentira en mentira, se habló de la escasez de la gasolina y de los petroquímicos y se le echó la culpa al “huachicoleo”, cerrando los ductos del combustible y se gastaron millones y millones en la compra de pipas para satisfacer el brutal desabasto que se registró a nivel nacional, claro, los culpables de todo fueron los conservadores y huachicoleros que causaron grandes pérdidas al erario nacional. Y así de error en error han transcurrido dos años del gobierno de la 4T en donde no se observa ningún progreso ni adelanto, claro que la pandemia les ha caído como “anillo al dedo” pues así han podido justificar su rotundo fracaso en el aspecto económico, en el social y obviamente en el sanitario, pues se habla de una vacunación masiva sin vacuna y las únicas que han llegado son las muestras médicas que algunos laboratorios nos han enviado para iniciar una transacción en forma. Abría a destiempo y ante al fracaso total para enfrentar la pandemia se empieza a comprar las vacunas y obvio de un plan de vacunación con muchos errores y deficiencias, lo que se soslaya son el monto de las vacunas, que para los gobernícolas en turno es secreto de Estado y se reservan por cinco años el costo de las mismas, es decir, para encubrir la abierta corrupción que priva en la Cuarta Transformación, por eso todas sus compras son reservadas al sigilo y sin guardar las normas que existen para evitar los robos al erario. 

 Y así de fracaso en fracaso continúa la Cuarta Transformación con los apagones, el trato de la pandemia, el petróleo y no hay una transparencia que pueda garantizar la rectitud de este gobierno de ocurrencias, caprichos y berrinches, ahora lo vemos con los apagones y la compra de barcos llenos de gas para suplir las graves deficiencias de la Comisión Federal de Electricidad, la cual nos acaba de regalar otra caída de sistema y una muestra de su incapacidad e ineptitud de quien la dirige. No cabe duda, este es un desgobierno que nos sumirá en la desgracia.