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El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec

En días pasados, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) se puso a prueba con el arribo al Puerto de Salina Cruz del buque Glovis Cosmos, con 600 automóviles Hyundai procedentes de Corea del Sur que fueron trasladados en vagones de ferrocarril por las vías de este corredor hacia el puerto de Coatzacoalcos, para después en otro buque similar ser trasladados a la costa Este de Estados Unidos con destino a Europa y África. Con esta acción inicia una nueva ruta logística internacional de carga por el Istmo de Tehuantepec, buscando competir (aunque todavía estamos lejos) con el canal de Panamá o el corredor transoceánico de Nicaragua para el cruce de mercancías.

El Glovis Cosmos es un buque tipo Ro-Ro (roll on/roll off), que transporta carga rodante, como automóviles, camiones, tráileres o vehículos industriales. El tren interoceánico con 2 locomotoras y 9 vagones Bi-Max inició con el traslado de los vehículos procedentes de Asia, a través de los 309 kilómetros de la línea Z que corre de Salina Cruz, Oaxaca a Coatzacoalcos, Veracruz. Cada vagón tiene capacidad para trasportar 8 vehículos en dos niveles, para lo cual fue necesario realizar varios viajes para completar el traslado de la totalidad de la carga. El paso de este tren reventó líneas de cableado en algunas zonas, por lo cual la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y las empresas privadas de telecomunicaciones tuvieron que realizar ajustes de altura o remoción de líneas que atraviesan el paso del tren, suspendiendo temporalmente el servicio en la región.

El arribo de un buque procedente del puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán, desde el 25 de marzo, exhibió las debilidades de este corredor, al mantenerlo fondeado por cinco días frente a la dársena del puerto con una carga de 15 mil toneladas de fertilizante, mientras se realizaba la descarga del Glovis, sin poder recibirlo, ante la falta de espacios para sus maniobras, provocando pérdidas económicas a los inversionistas en dólares por cada día de espera para entrar al puerto.

El CIIT cuenta con 33 vagones AutoMax para transporte de vehículos y se adquirieron 250 vagones más. Se espera aumentar la capacidad para movilizar 1000 vehículos por viaje y a finales de junio el corredor pueda movilizar 5000 coches a la semana. Además de automóviles, el CIIT tiene capacidad para movilizar carga general, contenerizada, granel agrícola, granel mineral y otros fluidos.

La posición de los Estados Unidos por retomar el control del canal de Panamá y su guerra comercial con Asia le da viabilidad al proyecto ya que será una opción competitiva de conectividad eficiente para el comercio entre Asia, Europa, África y el lado Este del continente americano; sin pasar por el Canal de Panamá, lo cual representa un ahorro de 15 o 16 días.

Desde el siglo XIX, se comenzaron a hacer planes para construir un canal o una vía férrea que conectara los dos océanos. Ya en el Tratado McLane-Ocampo, firmado en 1859, el gobierno liberal de Benito Juárez y Estados Unidos, concedía a éste el derecho de tránsito y comercio a perpetuidad por el Istmo de Tehuantepec, aunque nunca fue ratificado por el Senado estadounidense. Uno de los proyectos más importantes fue la construcción de una línea ferroviaria, que se inició en 1880 bajo el gobierno de Porfirio Díaz. Esta vía férrea, conocida como el Ferrocarril Transístmico, comenzó a operar en 1907, y permitió la conexión entre los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos, aunque no logró cumplir el sueño de un canal interoceánico, si logró ser una ruta comercial muy utilizada en la época hasta la aparición del Canal en Panamá.

Sin duda, es un proyecto ambicioso y estratégico que puede generar para México ingresos equiparables a los petroleros. Sin embargo, todavía enfrenta grandes retos como ampliar la capacidad de operaciones, que permita la descarga de varios buques de manera simultánea y hacer más rápido el servicio ferroviario. La falta de infraestructura adecuada, el financiamiento insuficiente, adaptación tecnológica, son otros retos. Además de los problemas sociales, de delincuencia organizada y políticos que el proyecto sin duda enfrentará. La sustentabilidad ambiental y el desarrollo de las comunidades de la región deben ser parte del proyecto. Es previsible también, el boicot externo de países como Estados Unidos, Nicaragua y Panamá por afectar sus intereses económicos y comerciales.

 

@aguilargvictorm

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