Cuidar espacios
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Editorial

Cuidar espacios

 


Con la premisa de que el primer cuadro de Oaxaca de Juárez sea para el disfrute de la población oaxaqueña, así como de turistas que visitan la entidad, continuará la vigilancia y coordinación de acciones para que el comercio informal no se apodere de este importante espacio.

Debido a que el ambulantaje insiste en apoderarse de todos los espacios posibles en calles del Centro Histórico de la capital del estado, las acciones buscan que estos y otros espacios sean para la convivencia de las familias y visitantes nacionales y extranjeros.

No solo se trata de recuperar espacios públicos que por indolencia o apatía de las autoridades se ha permitido que el comercio ambulante se haya multiplicado y apoderado de todos ellos, también de poner orden para evitar sea competencia desleal, es decir, que no bloquee o afecte la circulación vehicular y peatonal, que los vecinos coincidan en que no tienen problema con estos comercios, y que hagan caso a las recomendaciones para una relación armónica.

La excesiva tolerancia para que ambulantes ocupen en determinada fecha y tiempo el espacio público, ha sido aprovechada por quienes luego pretenden instalarse de manera definitiva, con ventas de todo tipo de productos y artículos, donde la mayor parte de personas que expenden productos de manera ilegal son originarias de otros estados.

Ordenar su presencia es obligada ya que se instalan en el paso peatonal, obstruyen rampas para personas con problemas de movilidad, además de que en muchos casos se ubican con triciclos o mesas simples en los puntos de estacionamiento vehicular y hasta sobre las jardineras de los propios negocios formales.

La presencia de los ambulantes no solamente genera un bloqueo visual y peatonal de las tiendas establecidas, sino que deriva en situaciones como una mayor generación de basura y hasta contaminación auditiva, lo que finalmente afecta sus labores regulares.

 

Contaminación

 

En la zona metropolitana de Oaxaca de Juárez se estima que viven al menos 900 mil personas, pero existen más de 300 mil automotores, lo cual ha ocasionado que sean más frecuentes las denuncias y reclamos por la contaminación. Son uno de los principales generadores de agresión al medio ambiente, así como de arroyos, suelos, deterioro del paisaje, y problemas de salud entre la población por el manejo inadecuado y la disposición final de los desechos sólidos.

Ante el fuerte impacto generado por la contaminación ambiental es urgente adoptar acciones colectivas de la sociedad, entre ellas, restaurar los ecosistemas urbanos y desarrollar la naturaleza de manera sostenible mediante la promoción de áreas como humedales urbanos y corredores verdes para proporcionar un hábitat para la biodiversidad.

Revitalizar y restaurar los espacios públicos existentes diseñados en un ecosistema verde, para reducir la tala de árboles y fomentar la regeneración natural de las plantas para que la vegetación, los insectos, las aves, las mariposas e incluso los mamíferos regresen y puedan prosperar en las ciudades.

Desde diversos sectores sociales se ha solicitado a los gobiernos, estatal y locales adoptar medidas para evitar las altas concentraciones de ozono, pues no se puede controlar a la naturaleza, pero sí reducir el nivel de emisión de contaminantes que provienen en un ochenta por ciento de los vehículos automotores.

A lo anterior se agrega el cambio de uso de suelo, pues la mayor cantidad de superficie considerada de vegetación natural primaria se pierde por agricultura en zonas boscosas, incendios forestales y el crecimiento urbano, los cuales son causa grave de pérdida de servicios ambientales.

Tal es el reto de enfrentar el problema de la contaminación ambiental, pues la polución que generan los vehículos de motor, la degradación de los recursos naturales, la falta de una cultura ecológica y los deficientes servicios públicos básicos, empiezan a agobiar a la población.