Maltrato infantil

El trabajo infantil es todo trabajo que priva a los niños y las niñas de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico. Son las labores que son peligrosas y perjudiciales para el bienestar físico, mental o moral del niño y la niña; interfiere con su escolarización puesto que les priva de la posibilidad de asistir a clases; les obliga a abandonar la escuela de forma prematura, o les exige combinar el estudio con un trabajo pesado y que insume mucho tiempo.

En México residen poco más de 38.2 millones de niñas, niños y adolescentes. En términos relativos, la cifra representa 30.4 por ciento de la población total y de acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), 63 por ciento de los menores de 14 años sufren agresiones físicas y psicológicas como parte de su formación.

Estas expresiones de maltrato en su contra, trastorna su desarrollo integral y afecta de manera significativa el rendimiento y funcionamiento en todas las actividades que desempeñan, situaciones que de manera común prevalecen en la edad adulta y les expone a un mayor riesgo de enfrentar desórdenes psiquiátricos, consumo de drogas e incluso suicidios, entre otros factores que actúan en deterioro de su salud física y mental.

Los costos sociales y económicos de la violencia son altos y a menudo son para toda la vida, incluido el bajo rendimiento escolar, un mayor riesgo de desempleo y pobreza, así como una asociación a pandillas o crimen organizado. Los métodos violentos como gritos, golpes y humillaciones para educar a niñas, niños y adolescentes están muy normalizados, 6 de cada 10 menores de 1 a 14 años han experimentado algún tipo de disciplina violenta o maltrato en el hogar.

Madres, padres y personas cuidadoras no deben ejercer castigo corporal y humillante o disciplina violenta. En su lugar, están los métodos de crianza respetuosos de los derechos de niñas, niños y adolescentes, tomando en cuenta su desarrollo evolutivo y su opinión en las decisiones que les afecten.

Seguridad en comicios

La falta de coordinación efectiva entre los gobiernos federal, estatal y municipal, en lo que se refiere a la protección de candidatos a algún puesto de elección popular, en el actual proceso electoral, sin duda ha influido en que la violencia política crezca.

Debe obligar a definir una estrategia pronta e inmediata antes de que escale, pues sin duda las agresiones contra todos ellos se relacionan con una evidente falta de voluntad de las autoridades para proteger a los candidatos.

Si bien en nuestro estado no se ha presentado, urge que exista estrecha comunicación entre las autoridades electorales y las autoridades de los tres niveles de gobierno; se debe acudir a todas las instancias para alcanzar acuerdos que contribuyan a generar un ambiente de orden, paz y seguridad para que los lectores puedan a salir a emitir su voto.

El reto en nuestro estado es muy grande, pues no solo se debe garantizar la seguridad de los candidatos, también garantizar la instalación de las casillas que se tienen previstas para realizar los comicios del 2 de junio. El número de homicidios relacionados con la violencia político-electoral se eleva a 22 si se tienen en cuenta a funcionarios públicos y familiares de los políticos.

El Gobierno de México tiene un mecanismo de protección de candidatos en el que participan varias entidades de seguridad, que también está a cargo de la seguridad de funcionarios e instalaciones relacionas con las elecciones, así como del material electoral.

Sin embargo, se debe reconocer que la inseguridad sí es un problema grave que reclama de la participación de todos los sectores para garantizar que la jornada electoral realmente permita a todos expresarse libremente en las urnas. La colaboración en materia de seguridad durante los procesos electorales con las instancias federales y locales es fundamental para el adecuado desarrollo de los comicios.