Lograr resiliencia
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Opinión

Editorial

Lograr resiliencia

 


La resiliencia es un concepto que aplicado a las ciudades consiste en que éstas tengan la capacidad para prepararse, resistir y recuperarse frente a una crisis. Los desastres naturales, como incendios, terremotos e inundaciones, y los problemas que pueden presentar ciertos sistemas, como el de agua potable y transporte, son algunas de las crisis a las que se pueden enfrentar las ciudades.

La consideran una característica que hace que las ciudades puedan aprender de estas experiencias críticas y prevenir que se repitan, como una manera de promover el bienestar de los habitantes. Una ciudad resiliente es aquella que evalúa, planea y actúa para preparar y responder a todo tipo de obstáculos, ya sean repentinos o lentos de origen, esperados o inesperados.

De esta forma, las ciudades están mejor preparadas para proteger y mejorar la vida de sus habitantes, para asegurar avances en el desarrollo, para fomentar un entorno en el cual se pueda invertir, y promover el cambio positivo. En problemas de resiliencia y en especial de los ríos, urge atender debido a que tradicionalmente se están utilizando como las cloacas o los basureros de la ciudad, cuando fueron los que dieron origen y deberían de dar vida.

De ahí la trascendencia de alcanzar la recuperación de los ríos puede contribuir a un desarrollo vital y sostenible y a la renovación urbana de la ciudad de Oaxaca de Juárez, ya que estos cuerpos de agua son un elemento linear que unifica las partes de la ciudad e interactúa con funciones esenciales de la misma y se puede convertir en un elemento ecológico fundamental.

La visión de rescate incluye agua y ecología, paisaje y conciencia, cultura y turismo y desarrollo urbano y economía. Lo anterior implica que se tomarían en cuenta aspectos tan diversos como la geografía, las características medio ambientales relacionadas con el río, la vida silvestre. Los espacios públicos que incluyan el ocio, la recreación y la cultura, así como el desarrollo económico del área que contemple las oportunidades laborales y la relación con el turismo.

 

Acoso escolar

 

El acoso puede amenazar la seguridad emocional y física de los estudiantes en la escuela y afectar negativamente su aprendizaje. Lo ideal es detenerlo antes de que comience. El personal escolar puede tomar medidas para que las escuelas sean más seguras y prevenir el acoso. Capacitar al personal escolar y a los estudiantes para prevenir y solucionar los problemas de acoso puede ayudar a fortalecer la prevención del acoso a largo plazo.

Debido a que se ha convertido en una práctica cotidiana es necesario contribuir a generar ambientes de convivencia armónica y pacífica, que prevengan situaciones de acoso escolar en escuelas de educación básica en nuestro estado. Promover de manera permanente actividades de sensibilización como cursos y talleres, además de elaborar y distribuir materiales de apoyo sobre este tema.

Las niñas, niños y jóvenes tienen derecho a convivir en paz, a ser tratados con respeto y protegidos de situaciones de riesgo. También a recibir una educación en la que aprendan a convivir, a seguir aprendiendo, ser mejor persona cada día y a desarrollar su potencial.

En las actividades de prevención del bullying, protección y cuidado de la niñez y adolescencia, personal directivo y docente de educación básica deben ser capacitados para aplicar el Protocolo para prevenir, detectar y actuar en casos de: Abuso Sexual Infantil, Acoso Escolar y Maltrato (ASIAEM), mismo que puede ser de ayuda para madres y padres de familia. Contar con herramientas que les permitan fomentar en el alumnado una convivencia respetuosa, incluyente y libre de violencia.

El Acoso Escolar es una forma de violencia entre compañeros en la que uno o varios alumnos molestan y agreden de manera constante y repetida a uno o varios compañeros, quienes no pueden defenderse de manera efectiva y generalmente están en una posición de desventaja o inferioridad. Es necesario evitar normalizarlo y generar en la familia la confianza necesaria para que las hijas e hijos cuenten lo que ocurre en la escuela y de ser necesario intervenir oportunamente para detenerlo.